¿Quiero ser importante o vivir?

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Amar es un honor. Amar es el regalo que nos hacemos a nosotros mismos, similar a  “déjame darme este gusto, ya que he trabajado tanto” . Amar No es regalarnos a los demás, eso, es otra cosa, más parecido a rellenar huecos vacíos. Amar es el recreo, No la tarea. Amar es la recompensa, no es ser amado.

Ser amado implica ser de una forma, ser una idea de otro, amar es ser uno mismo, sin importar lo ridículo que pueda ser pasarse el día entero riéndonos sin una “razón aparente”. Amar es el lujo, No ser elegido por otro. Ser elegido implica un disfraz, un trabajo, una campaña, una mentira, asumir un rol, implica buscar “respuestas y verdades”.

Las preguntas dañan el Amor, son como esos spray mata insectos pero en esto caso matan todo lo mágico, todo eso que no es de este mundo. Nadie podría responder “correctamente”, es decir de manera satisfactoria, la pregunta que viene desde el mismo vientre del Ego del otro, ni siquiera uno mismo es capaz de satisfacer su propio Ego o vanidad, entonces como es que terminamos endosándole a otro esa responsabilidad, y luego le ponemos la etiqueta de: “es porque te amo, que te pregunto, o es porque me importas”.

Amar es el café rico, el libro perfecto, la música Hermosa, la vista espectacular, el paraíso.  Amar es la Aventura. Ser amado es el Oscar, el Grammy,  la prensa, los fans, Amar son las lágrimas con las que agradecemos. Ser Amado es el conocimiento, el diploma, el reconocimiento, el aplauso, el titular, ser Amado es lo importante.

Amar es la vida. ¿Queremos ser importantes o queremos vivir? Si le hiciéramos esa pregunta a la Muerte, ¿qué nos respondería? Lo hice y me contestó : “no sé Maryanne, solo sé una cosa, hay poco tiempo, NO procures aprovecharlo.” Entendí todo, perdí mucho tiempo procurando ser feliz, buscando ser elegida, buscando respuestas, buscando ser correspondida, y uno en ese proceso deja vivir y va muriendo, por eso me topé con la Muerte y de nuevo, como poseída por demonio del «aprovecha esta oferta» : aproveché para preguntarle y claro, me dió mi boche.

Ser feliz es sencillo, lo difícil es ser sencillo, y vivir en sencillez no es desprenderse de todo lo material y meterse en una cueva, de regreso a la prehistoria e inventar el fuego. Vivir en sencillez es desprenderse de lo más difícil: los prejuicios, las ideas fijas, todo el conocimiento, todo lo aprendido por un sistema, por una sociedad que nos demanda a complicarnos la vida, buscando afuera tesoros plásticos que terminan convirtiéndose en cárceles de hierro.

Amar es ser sencillo. Ser amado es complicarse la vida. Amar es la red. Ser Amado es la trampa. Ser amado es la «exclusividad», el área vip. Amar es el universo. Ser amado es ir matando nuestra esencia en busca de una promesa de final feliz. Amar es renacer todos los días, soltar el control y ser feliz con cualquier final. Y ciertamente no se trata de sentirse culpable porque nos amen, pero pasamos más tiempo en la tierra del «cuánto me aman» o «que tanta importancia los demás me dan» que no nos damos cuenta que en vez de vivir vamos muriendo lentamente.

Tal vez cambiar el enfoque hacia cuánto más puedo amar versus cuánto más soy amado, eso, podría ser más vida que muerte. Así que este 2013 quiero Amar, quiero hacerme el regalo de vivir más y morir menos. ¡NAMASTE!

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