El color de las aguas de cañadas que desembocan en el río Isabela, en el Distrito Nacional (DN) y Santo Domingo Norte (SDN), identifican las empresas que vierten sustancias químicas por esas fuentes naturales, como se comprueba a simple vista.
Ayer la cañada del Diablo, en La Zurza, en vez de agua vertía una sustancia totalmente amarilla, otras como Las Tres Cruces lanzaba una sustancia aceitosa; pero del lado de SDN, un canal lanzaba una sustancia química negra con fuerte hedor alcoholado. De la zona Industrial La Isabela, en SDN, se observaron canales que llevan residuos químicos hacia el Isabela, lo que en ocasiones produce un fuerte hedor que tienen que soportar decenas de niños que practican béisbol en un campo de pelota que tiene en la zona el Club Deportivo y Cultural Payero. Esos líquidos cruzan por el campo de pelota y caen al río Isabela provocando un hedor a azufre a sus aguas, además del color negro y marrón que produce. Mientras que en la Zona Norte del DN, varias cañadas bajan todo tipo de sustancias químicas y residuales de más de 240 empresas ubicada en la avenida Máximo Gómez, del Mercado Nuevo y zonas aledañas. Juan Candelario y Julián Mosquea, de la Fundación Saneamiento Ambiental de la Zurza (Fundsazurza) mostraron ayer los niveles de sustancias químicas que bajaban por la Cañada del Diablo y caían directamente al Isabela por la Zurza. En el momento de la demostración, por parte de los dirigentes comunitarios y ambientales, el color de los químicos era amarillo intenso, color que asímismo se expandía en el Isabela en el área de vertido. Explican que a veces los líquidos que bajan por la citada cañada, que además cruza frente al proyecto habitacional Brisa del Isabela, detrás de la escuela Aída Cartagena Portalatín, tiene colores dependiendo de la sustancia que viertan las empresas ubicadas en la parte arriba. Por eso, señalan, en ocasiones los químicos son amarillos, como los de ayer, azules, negros, blancos, verdes, rojos, espumosos y de otros colores. Asimismo, mostraron otras cañadas, como la de Los Dulceros y Las Tres Cruces, por donde bajan al Isabela todos las aguas residuales del Mercado Nuevo, de los barrios La Zurza, Capotillo, Luperón, Villas Agrícolas y otros que no cuentan con plantas de tratamiento.
De su lado, Yovany Guzmán, de la Fundación Comunitaria Saneamiento Ambiente La Ciénega, Guandules, Guachupita y 27 de Febrero (Fucosagucigua27) indica que al río Ozama no se vierten residuos químicos, sino aguas residuales, ya que no hay empresas en la parte superior. Recuerda que la principal fuente de contaminación a través de las cañadas era el hospital Luis Eduardo Aybar, a través de la Bonavide, lo que ha sido eliminado con el cierre de ese establecimiento para ser reconstruido.