RAIMUNDO TIRADO
El pasado domingo, 28 de enero, se celebró la convención interna del PRD para escoger a su candidato presidencial, y dicho evento se convirtió en una gran fiesta, donde los compañeros perredeístas y muchos otros simpatizante pudieron libremente votar por el precandidato de su preferencia, en un proceso que culminó sin incidentes que lamentar, bajo la supervisión de la JCE y de otros observadores internacionales.

El PRD dio un ejemplo al país, poniendo nueva vez la primera piedra en la consolidación de la democracia nacional, cuando muchos pensaban que el proceso comicial interno iba a terminar a rabazo limpio, y que las fuerzas de los dos precandidatos darían lugar a otros dos PRD, a través de una segura división.

Se equivocaron los que creyeron que el partido blanco no había madurado con los tropezones que había dado en el pasado, los cuales le llevaron a perder el poder que le había dado el pueblo por mayoría abrumadora en las elecciones celebradas en los años 1998, 2000 y 2002.

Luego de haber pasado por un proceso profundo de evaluación crítica y autocrítica, la dirigencia perredeísta en toda la geografía nacional pudo evidenciar sus errores, tomó la decisión firme de dejarlos atrás, y de llevar nuevamente al PRD a reencontrarse con su pueblo, poniéndose a tono con la solución de sus problemas y necesidades, y asumiendo su papel de principal fuerza de oposición.

Nosotros durante todo el proceso de proselitismo interno y en las urnas, mantuvimos nuestro apoyo decidido a doña Milagros porque entendíamos que ella era la mejor opción que tenía el PRD para volver al poder, pero una gran mayoría entendió que no y le dio un masivo respaldo en las urnas al compañero Miguel Vargas Maldonado, el que finalmente se convirtió en el candidato oficial del partido a la Presidencia de la República.

Siguiendo el camino de doña Milagros, que de manera elegante reconoció el triunfo del compañero Vargas Maldonado, y le extendió una merecida felicitación, lo cual la engrandece más, frente a su partido y al país, nosotros vamos a reiterar esa felicitación y desearle el mejor de los éxitos al flamante candidato del PRD a la Presidencia de la República.

Decirle al compañero Miguel Vargas que, por sobre todo, somos perredeístas, y respetuosos de la decisión de la mayoría. Que ahora vamos a trabajar para la completa unificación del glorioso Partido Revolucionario Dominicano, para que éste retome el poder y asuma el gran compromiso de solucionar los grandes problemas que por décadas ha estado reclamando toda la nación dominicana.

Ahora los perredeístas debemos enfilar los cañones hacia las ejecutorias gubernamentales y los errores que ha estado cometiendo la actual administración leonelista, convertirnos en críticos severos de todas las decisiones públicas que perjudiquen al pueblo, y en guardianes permanentes de nuestra democracia.

El apoyo de todos los perredeístas a su candidato presidencial debe ser contundente. Ya no debe haber vencidos ni vencedores, sino perredeísta dispuestos a desalojar del poder a la desgracia peledeísta.

Por eso creemos necesario que se produzca un fructífero encuentro entre Vargas Maldonado y doña Milagros, que selle la unidad del PRD, y que ellos determinen las posiciones que deben reservarse a muchos dirigentes valiosos de la Corriente Unitaria para que se incorporen de inmediato a la campaña electoral. Y ganaremos todos.

Vamos a finalizar este artículo con la sentencia profética de José Francisco Peña Gómez: “El PRD unido, jamás será vencido”.