La quinta ola de covid castiga con dureza a Portugal, que registra el número más alto de contagios diarios y de ingresos hospitalarios de los últimos cinco meses mientras el Gobierno ultima un paquete de medidas para contener la pandemia en vísperas de Navidad y con un proceso electoral en puertas.
Las autoridades sanitarias informaron este domingo de once fallecimientos y 2.499 positivos, con 53 nuevos ingresos en hospitales. Pese a que el 86% de la población del país ha sido vacunada con la pauta completa, las cifras de contagios e ingresos son las más altas desde julio y el número de pacientes de covid en hospitales se ha duplicado en apenas dos semanas.
Con cerca de diez millones de habitantes, Portugal mantiene una incidencia a 14 días de 191,2 casos por 100.000 habitantes y el índice que mide la transmisión del virus está en 1,17. En total, suma 1.122.283 positivos de coronavirus desde el comienzo de la pandemia y 18.321 muertes.
Los focos más llamativos de contagios se centran ahora entre los menores de diez años, seguidos del colectivo de entre 20 y 40 años y de los mayores no vacunados.
Preocupación en los colegios
Los brotes se multiplican en los colegios y las autoridades estudian vacunar a los menores de doce años. En algunos centros, como un conocido colegio internacional de Lisboa, el virus ha obligado a confinar a cerca de 400 alumnos y a más de una decena de profesores y ha provocado la cancelación de actividades extraescolares en sus instalaciones.
La detección de la enfermedad en los menores se complica porque muchos son asintomáticos. “La vacunación de los niños es una prioridad”, alertó esta semana el epidemiólogo Henrique Barros.
La eventual vacunación de los niños de entre cinco y once años dependerá de la decisión de los organismos internacionales y de la Dirección General de Salud, admitió hoy el secretario de Estado de Sanidad, António Lacerda, que aseguró también que Portugal tiene “logística, recursos y medios” para vacunar a este colectivo.
Carrera por reforzar la vacuna
Mientras aumentan los contagios, las autoridades sanitarias tratan de acelerar la tercera dosis en la población más vulnerable, los mayores de 65 años, aunque el coronel Penha Gonçalves, responsable del equipo que coordina la campaña de vacunación, reclama más efectivos.
“La vacunación con la dosis de refuerzo contra la covid-19 va tener más medios”, le respondió hoy António Lacerda. Más de 1,8 millones de personas serán convocadas para recibir la tercera dosis, apuntó el funcionario.
El objetivo, explicó, es reforzar la protección para quienes se encuadran en grupos de riesgo que tomaron la última dosis hace más de 150 días, mayores de 18 años con una única dosis de Janssen administrada hace tres meses y enfermos recuperados que no habían sido inmunizados con la vacuna.
Los mensajes institucionales instando a la población a reforzar su protección con una tercera dosis han tenido efecto a juzgar por el récord batido el sábado, más de 42.000 personas vacunadas, una tendencia que, de mantenerse, apuntó Lacerda, permitirá llegar a las vacaciones navideñas con “más tranquilidad».
La vacunación del 86% de la población ha evitado unas 2.000 muertes y 200.000 casos desde mayo, según estimaciones del epidemiólogo Henrique Barros. “La vacunación marcó la diferencia- miles de casos que no ocurrieron, miles de días de ingreso que no hubo y miles de muertes que no se produjeron”, subrayó esta semana el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa.
Restricciones antes de Navidad
Retomar el uso de mascarillas en espacios cerrados, reducir el aforo en locales públicos, exigir test y certificados de vacunación, volver al teletrabajo… muchas son las recomendaciones de los expertos para el Gobierno del socialista António Costa.
Tras escuchar a los expertos el viernes, el primer ministro se reunirá en los próximos días con los representantes de los partidos antes de anunciar un paquete de restricciones para frenar el avance de la pandemia en vísperas de Navidad y en puertas de la campaña electoral previa a los comicios generales del 30 de enero.
Por el momento, tanto Costa como el presidente, Rebelo de Sousa, han descartado volver al estado de emergencia, aunque nadie duda de que el país avanzará la próxima semana hacia nuevas restricciones.