Quique apenado, Abinader impeliendo, Danilo comprometido

Quique apenado, Abinader impeliendo, Danilo comprometido

Sobre los personeros más importantes de nuestros tres partidos mayoritarios gravitan situaciones que afectan la eficacia y eficiencia socio-económica de nuestra democracia.

El más importante en el PRSC, Quique Antún, por haber sido recientemente electo presidente mediante proceso asambleario que atestiguó una concertación interna del que emanó triunfante, acaba de mostrarse apenado por haber recibido un partido diez veces más pequeño que cuando él ocupaba cargos ejecutivos -Secretario Político y Presidente- después de entregarle el mando al Ing. Carlos Morales que ahora releva. Reponerse a esa pena es importante para reagrupar plenamente el PRSC y recuperar su posicionamiento hasta convertirlo en determinante de políticas eficaces de nuestra democracia avalándose en resultados que los reformistas supimos alcanzar cuando gobernamos.

En el PRD, Abinader es más importante por obtener mayor respuesta a pregunta de Gallup- “¿Quién debería ser el candidato a la presidencia por el PRD en las próximas elecciones?”. Como consecuencia de su crisis interna, colaboradores y correligionarios de Abinader precipitaron la constitución, dentro de la concepción de “sector externo” que ha caracterizado la política vernácula, de un Frente Opositor como resultante de una fuerza impelente PRDista para precipitar decisiones y acciones esencialmente opositoras. La participación en este Frente abonó conflictos preexistentes en el PRD, alejando posibilidades de solución satisfactoria, diluyéndose el ejercicio de la buena oposición requerida para el buen gobierno y/o de ofrecer una fórmula alterna competitiva para 2016, como debe caracterizar una sana democracia. Abinader enfrenta el desafío de armonizar su posicionamiento PRDista con el mecanismo impelente externo concebido.

En el PLD, Danilo es el más importante por ser presidente actual y disponer, según Gallup, preferencias 2.5 veces por encima del competidor más cercano para 2016; a pesar de la prohibición constitucional que impidió formular preguntas directas. Dispone, como activo, de apoyo extraordinario en la ciudadanía, contrapuesto al pasivo constituido por magros resultados percibidos sobre su administración –situación económica, desempleo como causa de delincuencia y pobreza, precariedades en servicios públicos, excesiva tributación, etc.– que lo comprometen a reimprimir bríos a su Gobierno. Es como si la ciudadanía intimara al Presidente haciéndole saber que si bien lo sigue apoyando, más que cuando fue elegido, no está conforme con los resultados de su administración.

Es conveniente para la eficacia socio-económica de nuestra democracia que Quique, superando su pena, propicie un PRSC incidente en la gobernanza y que Abinader cuide que el Frente impelido desde el PRD produzca sinergias opositoras.

Y que Danilo refuerce su compromiso de encarar nuestras urgencias, acicateado por ese PRSC acreditado en sus ejecutorias y experiencias; y por la buena oposición que pueda ejercer un PRD impelente de ampliaciones externas.

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