Uno de los factores que más afectan el desempeño del sector ferretero es la eliminación de las facilidades de créditos de los suplidores locales hasta en un 95 por ciento, los cuales disfrutaron por muchos años.

Según el presidente de la Asociación de Ferreteros, ASODEFE, Arturo Espinal, los ferreteros se están manejando en una situación muy estresante y delicada, porque algunos suplidores, aunque tengan mercancías, no las despachan ni a crédito y, en muchos casos, al contado, por temor al aumento del dólar.

«Antes, los suplidores nos daban las mercancías hasta por 90 días. Las empresas que pueden fiar, lo hacen sólo a 30 días mínimamente. Eso acarrea que tú negocio no reciba las mercaderías que recibía hace cuatro años, afectando al vecino, al ingeniero y al ebanista a quienes se les podía fiar los productos, porque con uno, lo hacen también», dijo, Luis de los Santos, vicepresidente de ASODEFE.

En tanto, Espinal sostuvo que la restricción en el crédito y en la cantidad de productos que se suministran a las ferreterías, ha provocado que haya desabasto en el mercado.

Afirmó que la devaluación del peso ha provocado que muchos suplidores no quieran vender la mercancía, ni a crédito, ni al contado y que restrinjan los pedidos.

Al participar en el Encuentro Económico del periódico HOY, Espinal manifestó que los ferreteros están trabajando con bajos inventarios, no porque quieran, sino porque los recursos con que cuentan para restablecer las mercancías, se han disminuido con la devaluación del peso.

«Aparte de todos los elementos que hemos vistos, como son el impositivo, aumento de la tasa del dólar, se ha sumado una incertidumbre a nivel de suplidores, porque un porcentaje muy alto a nivel de mayoristas y fabricantes, han paralizado los despachos», manifestó.

Dijo que a la crisis interna, que se refleja en un aumento de precios por efecto de la devaluación del peso, se agrega el alza en los precios de una serie de artículos en el mercado internacional.

Citó el caso de la palanquilla que es la materia prima con que se fabrica la varilla, que en el 2003 estaba a US$225 dólares la tonelada y ahora cuesta US$425, mientras que la resina y los solventes también registran aumentos significativos.

Explicó que al hacer una venta, los suplidores calculan a la tasa a que compraron la mercancía y a la que se oferta actualmente.

«Ellos hacen un análisis y dicen: yo compré esta mercancía a una tasa de cincuenta pesos por un dólar, pero si la despacho a crédito, cuando recupere esos pesos y lo convierta a dólar ¿a cuánto va a estar el dólar con relación al peso?», indicó.

Explicó que para muchos suplidores no es negocio vender sus mercancías a crédito, por lo que lo poco que venden lo hacen con factura dolarizada.

«Imagínese cuando usted recibe una mercadería que venderá a la población en pesos dominicanos, pero en base a un costo que se hizo en dólar», añadió.

Sostuvo que los ferreteros han ido sintiendo los efectos de la devaluación de la moneda, porque cuando se tiene un inventario, por ejemplo, de 100 galones de pintura, y se está vendiendo y el mismo baja a sólo 20 unidades, de repente, los recursos que se obtuvieron por la venta sólo dan para reponer 20 galones por el costo del incremento de precio, ya el inventario ha bajado a 40%.

Dijo que llegó el momento en que los ferreteros tienen el mismo capital, pero sólo en 10 galones de pintura, perdiendo así su capacidad de reposición de inventario.

«Nosotros visualizamos que mantener inventario es mantener unidades, no en peso, sino en artículos que es lo que permite no ir a la quiebra», explicó.