¿Quo Vadis, Domini?

¿Quo Vadis, Domini?

¿»Quo Vadis Dómini»? quiere decir en latín ¿Dónde Vas, Señor? Pero actualmente, en la República Dominicana tiene otro significado que es el siguiente: «¿Dónde vas, Hipólito «?

Perdóneme, Señor Presidente, este tuteo circunstancial, pero lo manda la frase.

Y esa es mi pregunta, actualizada naturalmente: ¿Dónde cree usted que va, Señor Presidente ?

Y lo pregunto porque no me explico que un hombre que ha llevado al país a la más completa ruina, endeudado hasta la coronilla, que permite que se queme la comida (recuerde los arrozales aquellos), que sigue buscando préstamos que jamás va a pagar él y quizás tampoco el país, no me explico, repito, como alguien así aspira a reelegirse en un poder que no ha sabido manejar y que ha permitido que otros lo hagan por él.

La terquedad del Señor Presidente solo puede llevar este país a una guerra civil.

Si la Junta Central Electoral se va del lado del Señor Presidente, olvidando que ya el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) tiene ya su candidato presidencial, elegido en una convención según el librito, juramentado como tal e inscrito en la citada Junta, pueden ustedes estar seguros que la que aquí se va a armar va a ser «la del diablo».

¿ Quién o quienes fueron los ambiciosos adulones que le lavaron el cerebro al Señor Presidente, logrando que incumpliera su palabra y que al cabo de cuatro años saliera del poder (no importa como dejara al país) y se dedicara a cultivar sus famosos pimientos morrones; a cuidar (como siempre lo ha hecho) a su honorable familia y a vivir respetado y cuidado por su propio pueblo?

¿ Quién o quienes son los culpables de lo que aquí pueda pasar, «si Dios no mete Su mano»?

Yo, como creyente ferviente y temeroso de Dios, creo que El sí meterá Su mano y le hará ver al Señor Presidente que de seguir despilfarrando los recursos del Estado en una campaña electoral enormemente peligrosa para el país, como tal, y para sus habitantes, esto culminará en el más sangriento baño de sangre que haya visto el país en toda su historia.

Y si es así, el Señor Presidente, de triunfar en la contienda, no podrá vivir tranquilo jamás en la vida. El tiene mucho que hacer en el país, como ciudadano común, pero también como ex-presidente de la República.

Pero si insiste en que él y sólo él es el que pueda arreglar lo que él y sólo él ha desarreglado (¡y en qué forma!), no solamente él no podrá vivir tranquilo, sino también toda su familia, como es natural, y la montaña de adulones que lo ha llevado al borde mismo del despeñadero.

Entonces, «¿Quo Vadis Domini?». Siéntese a reflexionar junto a su digna esposa, viendo a cierta distancia jugar a sus nietos, y estoy seguro que en cuestión de minutos tomará la decisión correcta, la que éste pueblo le agradecerá por siempre.

Hoy, la pobreza que el Señor Presidente prometió erradicar, se ha extendido en forma abrumadora. «La Clase Media en Picada». Así decía el titular de un periódico. Y si es la Clase Media, ¿ qué me puede decir usted de los pobres y de los indigentes?.

El hambre existente en el país le ha dado un nuevo nombre a un plato criollo: ahora se le llama «la rubia»…al arroz blanco con UN huevo frito encima. Porque el bolsillo no da para más. Las famosas «tres» (comidas) se han convertido en una (la del mediodía. Y es trágico para un padre de familia ver sus hijos llorar por hambre.

Yendo a los poblados con cinco patanas cargadas de madera, zinc, clavos, etc., no mitiga el hambre, Señor Presidente. Y si a cada uno de los beneficiados con esos materiales se le dan RD$500.00, simplemente le han puesto en la mano para cinco días de comida y una que otra «fría». Dinero del erario, que conste.

El dinero que los pre-candidatos del PRD están gastando en su inútil campaña, no han salido de los bolsillos de aquellos, porque ninguno de ellos era millonario, hasta que fueron elegidos para un cargo público con presupuesto propio.

Conozco varios que de vivir en casas propias modestas, o modestas pero alquiladas, en poco tiempo levantaron mansiones millonarias…¡ pagadas por este pueblo experto en dejarse comprar !.

Solo hay que tomar las declaraciones de bienes hechas por miles de funcionarios en los últimos 40 años. Y verán que entraron a pie y «vestidos de fuerte azul», y salieron en «yipetas» y trajeados de casimir inglés.

Si hace tres años y media yo era un «saltapatrá» y hoy soy multimillonario, ¿ de dónde saqué esos millones ? Pues del erario, señores, ¿ de dónde más ? Y los hay que han dicho públicamente cuanto declararon cuando tomaron posesión del cargo y a seguidas dijeron a cuánto asciende su fortuna actual. Digamos, por ejemplo, de 10 millones a 60, en sólo tres años y medio. ¿ Cómo se llama a eso ?

Y eso es debido a que en este «paisaje» jamás la corrupción, en todos sus aspectos, ha sido castigada. Será por aquello de «hoy por tí, mañana por mí».

Yo quisiera ver a Hipólito Mejía, ya como ex-presidente, cultivando sus tierras (donde las tenga), pasándose temporadas de descanso en su casa de las montañas de Jarabacoa y cuidando los bellísimos invernaderos que allí se construyen actualmente y que le darán pingües beneficios.

Y todo, rodeado, no quizás del cariño de todo el mundo, pero al menos sí del respeto de toda la gente de concepto de este país.

Entonces yo podré volver a tener un jardín de rosas en mi patio, el mismo que tuve que destruir para sembrar 100 matas de plátanos, muchas de berenjena y ají cubanela (que esta a RD$62.00 la libra), orégano, sábila, yerba buena, etc.

Porque como he dicho muchas veces, en este país, el que no tenga su comida sembrada, no podrá comer. Al menos el año próximo, acogotado por los préstamos impagables y por un Fondo Monetario que nos obligará a pagarlos, no tendremos otra alternativa que convertir las rosas en plátanos, los claveles en berenjenas, las dalias en orégano, etc.

Propongo que hagamos como los habitantes de Jerusalem: sembremos comida en tarros donde antes había flores, porque el que no lo haga, dentro de poco tiempo tendrá que mendigarla o morirse de hambre.

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