Rabia humana: grave falla de atención primaria

<P>Rabia humana: grave falla de atención primaria</P>

Desde octubre del pasado año, la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infantil Robert Reid Cabral –HIRRC-, ha recibido dos casos de rabia humana procedentes de la provincia de San Cristóbal.

El primero se trató de una niña de siete años de edad mordida por un  perro callejero desconocido.  Fue llevada oportunamente al centro sanitario de su localidad por su madre, en busca de asistencia médica. Después de informarse sobre la causa de la mordedura, el médico epidemiólogo recomendó la vacunación contra el virus de la rabia. Sin embargo,  el médico de emergencias del mismo centro, consideró que no era necesaria la vacunación antirrábica.

Cuarenta y cinco días después, la niña inició la sintomatología compatible con la rabia, razón por la cual la volvió a llevar  al hospital y desde ahí, fue referida al HIRRC falleciendo pocas horas después. El diagnostico final fue confirmado por laboratorio.

Un mes después, un niño de cuatro años de edad fue mordido en la cara por otro perro callejero desconocido. Una hora más tarde, fue llevado al hospital en busca de asistencia médica y el médico tratante le recomendó regresar al día siguiente para vacunarlo porque no estaba disponible la vacuna en ese horario. La madre no regresó por problemas económicos, llevándolo a un centro de atención primaria cercano al lugar de su residencia donde le administraron la vacuna contra el tétanos y no dándole importancia a la prevención de la rabia.

Dos meses después, la madre lo lleva al mismo centro de atención primaria porque el niño presentaba ansiedad, insomnio, dificultad para tragar alimentos y bebidas.  Inmediatamente  es trasladado al HIRRC donde se hace el diagnóstico presuntivo de rabia confirmándose por laboratorio poco tiempo después.

Este niño murió el pasado viernes a pesar de manejarse de acuerdo al protocolo de Milwaukee, dirigido por el Dr. Rodney Willoughby del Hospital de Wisconsin, en los Estados Unidos.

Debemos informar que los últimos casos de rabia humana los hemos manejado bajo la dirección del Dr. Willoughby vía telefónica, quien ha sido el primero en salvar dos casos de rabia por mordedura de murciélagos, aunque ninguno por el virus, subtipo perro-hurón.

El protocolo en cuestión consiste en inducir al coma profundo para permitir que el paciente tenga el tiempo suficiente para crear sus propios anticuerpos para la eliminación del virus rábico. Sin embargo, las alteraciones de los diferentes órganos, especialmente el cerebro y el corazón, no han permitido aún la sobrevivencia sobretodo de los virus procedentes de perros-hurón. Este protocolo es sumamente costoso.

Es obligatorio recordar que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y del Ministerio de Salud Pública del país indican que ante mordedura de animal desconocido es imperativa la vacunación antirrábica de la persona mordida. Recomendación  que  no fue tomada en cuenta en ninguno de los dos casos.

Por otro lado, el libro amarillo del Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos recomienda la vacunación antirrábica a todo turista que visite la República Dominicana y se interne en los campos o monte bicicleta. Recomendación ésta que obstaculiza el desarrollo del turismo ecológico cuando otros países del área, son seguros y no existen estas advertencias.

Los perros callejeros analizados tanto en San Cristóbal como en el Municipio de Santo Domingo Este, han dado positivo en un porcentaje importante de ellos, por lo que hay que iniciar de inmediato la vacunación de los mismos para evitar otros casos fatales en humanos.

Finalmente, el Ministerio de Salud Pública en su nuevo rol de Rector del Sistema Nacional de Salud, debe mantener la educación médica continua y en aquellos casos donde se detecte negligencia o mala práctica, imponer las sanciones de lugar, para evitar  nuevas muertes que pudieran ser prevenibles.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas