Racionalidad impositiva y de mercadeo que debe proteger al consumidor

Racionalidad impositiva y de mercadeo que debe proteger al consumidor

Racionalidad impositiva y de mercadeo que debe proteger al consumidor. La intensidad de los impuestos sobre márgenes de utilidades por destilación de petróleo, importación, acarreo y venta al detalle de productos de primera necesidad, nacionales e importados, no debe seguir siendo tan determinante en las alzas para el costo de la vida como ocurre en República Dominicana con tasas regresivas.

Es hora de trasladar el impacto recaudador a la obtención de utilidades (no al consumo) que hace crecer patrimonios y llena arcas particulares que deja en la calidad de meros agentes de retención a los empresarios.

El uso de carburantes, solo exceptuado de gravámenes selectivamente para un sector patronal que así recibe un incentivo cuya repercusión social debe revisarse, golpea desigualmente a los consumidores, mayormente de ingresos medios y bajos y a la generalidad de negocios que no fallan en eso de trasladar al comprador final el peso del fisco.
Las exenciones no son distorsionantes por definición y siempre serían necesarias para proteger medios de producción en aras de generar empleos y abaratar costos de bienes que deben estar accesibles en el mercado.

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Pero tanto al repartir gracias fiscales como al gravar actos de la vida ciudadana, el Estado tiene que procurar un equilibrio que actualmente no existe en perjuicio de las familias de más débil ingreso, llevadas proporcionalmente a resultar las principales proveedoras, con su consumo y trabajo, de recursos imprescindibles para diferentes fines del poder.