El racismo está definido en términos antropológicos (Ferrer Guerra, 2008) como “cualquier actitud, manifestación de rechazo o agresión verbal, física, psicológica hacia una persona sustentada en el color de su piel y/o sus características físico-raciales”.
El racismo está muy interiorizado en nuestra cultura, afectando el modo en que las personas se relacionan donde el color de la piel provoca barreras y exclusión. Se asocia el color de la piel con cualidades personales, conducta y modelo de ser humano, “el negro no es gente”. Esta expresión muy presente en nuestra vida cotidiana se aplica tanto a la población dominicana de piel negra (que es la mayoría, aunque no lo reconoce), a la población dominicana de ascendencia haitiana como al migrante haitiano. En distintos estudios encontramos relatos de personas que hacen referencia a situaciones de discriminación racial vividas como las siguientes:
Discotecas y lugares nocturnos que no permiten la entrada a personas de piel negra y que disfrazan esta práctica racista con otras excusas. Esta práctica es frecuente. Prácticas policiales de persecución a jóvenes de piel negra en residenciales porque supuestamente parecen “delincuentes”.
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Centros educativos. En los centros educativos expulsan a jóvenes de ambos sexos afrodescendientes con peinados en su estilo natural que lleven trenzas o el pelo crespo al natural, considerados “peinados raros” y exhortan a las jóvenes a “desrizarse”.
Restaurantes. En muchos restaurantes las personas negras son las últimas en atender (observaciones realizadas in locus) y tomarle la orden Recientemente se publicó la situación vivida por el hijo de un pelotero en un restaurante de esta ciudad que refleja violaciones de derecho y prejuicios raciales.
Tiendas y plazas comerciales ubicadas en lugares de estratos medios-altos.
En ciertas tiendas y plazas comerciales personas de piel negra han sido interrogadas por “sospechosas” y se duda de su poder adquisitivo.
Autobuses. En guaguas públicas que viajan hacia el interior del país o del interior hacia Santo Domingo, algunos chóferes desmontan a personas de piel negra por ser “prieto” con expresiones como “no quiero prietos en mi guagua”.
La discriminación racial en nuestro país afecta notablemente la cohesión social y el clima democrático que debe prevalecer. Se violan los derechos de las personas según su color de la piel y se oculta.
Solo se puede erradicar el racismo si se asume en forma clara y transparente su existencia y se desarrollan políticas sociales y educativas dirigidas a su erradicación.
Las personas que más se perjudican de esta negación y ocultamiento de la discriminación racial somos todo el pueblo dominicano.
Mientras exista racismo y discriminación no se puede lograr: relaciones de igualdad, armonía, confianza, democracia y sobre todo desarrollo humano.