Radar y robot para desvelar últimos secretos de pirámides

Radar y robot para desvelar últimos secretos de pirámides

EL CAIRO  (EFE).- Las autoridades egipcias anunciaron este fin de semana que recurrirán a un radar y a un robot de alta tecnología en un ambicioso proyecto para desentrañar los últimos misterios que esconde la meseta de las tres pirámides de Giza.

Ambos aparatos serán los principales protagonistas del «plan global» que el Consejo Supremo de Antigüedades (CSA) emprenderá en 2005 para descubrir lo mucho que aun pueda ocultar esa altiplanicie, en las afueras de El Cairo y el lugar más visitado del mundo.

La labor del robot, que está siendo diseñado y fabricado en una universidad de Singapur, será precisar el sitio exacto de la cámara funeraria del faraón Keops en los oscuros laberintos de su colosal tumba, la Gran Pirámide que lleva su nombre.

En 1992 y 2002, otros dos androides introducidos en la Gran Pirámide de Keops fracasaron en descifrar el enigma que ha confundido a los más prestigiosos egiptólogos, al no poder localizar las coordenadas de la estancia.

El radar, por su parte, se usará para rastrear el patrimonio arqueológico que aún permanece sepultado en Giza, en una batida que, por el sur, se extenderá hasta Maidum, a un centenar de kilómetros de la capital egipcia, en tanto que por el norte lo hará hasta Abu Rawash, a una treintena de kilómetros de El Cairo.

«El 2005 será el año dedicado a la meseta de las pirámides de Giza, y confiamos en anunciar numerosos y sorprendentes hallazgos arqueológicos gracias al uso del radar», vaticinó con optimismo el secretario general del CSA, Zahi Hawas, cerebro del proyecto.

Hawas reveló que los hallazgos continúan de manera ininterrumpida en la zona, donde recientemente se ha descubierto la tumba de un noble que data del Periodo Saita, entre 664 y 525 antes de Cristo.

«Hemos excavado diez metros de profundidad y aún tenemos que hacerlo otros diez más para desenterrar el mausoleo, en el que ya hemos hallado 408 estatuillas obatchi, que se colocaban alrededor de las momias para su protección en la otra vida», precisó.

Uno de los más prestigiosos arqueólogos del área de las pirámides de Giza, Mansour Furaig, también subrayó en declaraciones a EFE la importancia del plan de rastreo, que puede conducir a la excavación de innumerables vestigios aún ocultos por la arena.

Furaig recordó que Giza fue un lugar de enterramiento privilegiado hace casi cinco mil años, cuando el rey Cineforo -fundador de la IV dinastía faraónica y el primer constructor de las pirámides en su forma arquitectónica conocida- mandó hacer en el área un cementerio monumental.

Aparte de las tres pirámides erigidas después allí por Keops, Kefren y Micerinos -los tres más celebres sucesores de Cineforo-, la zona está repleta de tumbas de reinas, príncipes, ministros, nobles y altos funcionarios, al ser el área que acogió la Gran Necrópolis de Menfis, la capital del conocido como Imperio Antiguo.

Las expectativas de desvelar la ultima morada de tanto personaje ilustre se han visto además alimentadas por el hallazgo en la última década de los enterramientos de los albañiles que construyeron las famosas pirámides, de magistral forma geométrica, y los templos funerarios que plagan la zona.

El reputado arqueólogo estadounidense Mark Liner descubrió, en 1992 en un sector próximo las bases y los cimientos de la «ciudad», donde esos trabajadores descansaban, comían y dormían después de una agotadora jornada laboral.

El objetivo de tanto esfuerzo era garantizar la inmortalidad de los difuntos, algo que de cierta forma aquellos obreros consiguieron al construir las pirámides de Giza, la única de las Siete Maravillas del Mundo -tal como se denominaba en la Antiguedad a los mayores prodigios arquitectónicos del globo-, que sigue en pie.

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