Radiografía de la obra de mano haitiana

Radiografía de la obra de mano haitiana

El trasiego de personas a través de todos los países del mundo, en busca de comida y mejor forma de vida para si y para toda la familia, ha producido una invasión hacia aquellos países que pueden asegurar una vida sin traumas económicos y seguridad personal.

Por eso los haitianos, más de un millón, ocupan las principales ciudades dominicanas, que le ofrecen trabajo, escuelas para sus hijos, hospitales, medicinas e higiene para todos los integrantes de la familia.

Ahora bien, eso solo no constituye una obra de mano bien calificada y de alta productividad; tampoco es barata, todo lo contrario, los productos obtenidos a través de esos trabajadores agrícolas, de la  construcción y de otros tipos de servicios,  son altamente deficientes en su gran mayoría y en la industria de la construcción resultan ser los peores, y, hay que repetirlos varias veces y pagarles igualmente, y muchos de los empresarios terminan en litis laborales  interminables  y costosas.

Hasta a veces los obreros haitianos mal aconsejados por la Secretaría de Trabajo y abogados sin principios morales, y sin escrúpulos, atormentan a los patronos, los desesperan hasta obtener pagos indebidos y, por tanto, ilegales, como lo son ellos también.

Es que la condición de haitianos parece  que está por encima de ser dominicano o de cualquier otra nacionalidad.

En la Secretaría de Estado de Trabajo gozan de ese privilegio.

Ha habido casos en la justicia, que al llegar a las cortes de apelación, por fin se les ha dado la razón a los empresarios establecidos legalmente en el país.

Hay que corregir esos desmanes.

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