Radiografía y predicciones al transfuguismo

Radiografía y predicciones al transfuguismo

Los “politólogos” y analistas de nuestro panorama preelectoral han puesto de moda el término “transfuguismo” que busca definir el paso de militantes, con prestancia o insignificancia, de un partido a otro.
Lo interesante de la práctica es el debate sobre cómo, cuándo y dónde el tránsfuga realiza su movida, porque para sus anteriores compañeros de organización casi siempre pasa a ser un “traidor” al renegar de los lineamientos y principios de su partido, pero para la organización que le da acogida es alguien que ha encontrado “un nuevo camino” y ha reorientado sus pasos, siendo visto como un nuevo benefactor.
A nivel del pueblo, puro, simple y llano, el transfuguismo no es material de análisis, porque los politólogos saben que la necesidad tiene la cara fea y el pobre habitualmente traslada su militancia hacia donde cree que más fácilmente llenará su estómago; pero, ¡cuidado!, el hambre no conlleva necesariamente ausencia de discernimiento o anulación de las funciones cerebrales (recientemente la mayoría indígena boliviana dijo que no en el referéndum mediante el cual se decidía la legalización de la reelección del presidente Evo Morales) y nuestro pueblo puro, simple y llano, sabe que casi la totalidad de los tránsfugas cambian de partido en busca de prebendas y objetivos personales, nada realmente asociado con principios ni ideales que reivindiquen necesidades de la mayoría, actuando como oportunistas, comerciantes de la política, que venden hasta su alma por alguna posición y por ello me atrevo a vaticinar que, no importa de dónde o hacia dónde se movieron, los tránsfugas serán castigados por el rechazo del pueblo que conoce al cojo sentado y al tuerto durmiendo.

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