El mayor problema de la radioterapia consiste en la incertidumbre geométrica relacionada con la posición relativa y con la morfología del tumor en cada sesión de tratamiento; cualquier error en este sentido provocaría un riesgo de infradosificación del volumen de tratamiento o una sobredosificación de tejidos normales adyacentes.
Por ese motivo se han introducido técnicas de radioterapia guiadas por imágenes (IGT), que tienen por objeto identificar las estructuras anatómicas mediante la adquisición de imágenes volumétricas durante el tratamiento.
Con el objetivo de dar a conocer la última tecnología en radioterapia, y lanzarla en el país, el doctor Eduardo Fernández, de Cleveland Clinic, en Estados Unidos y especializado en esta área, dictó recientemente una conferencia con los principales y más puntuales detalles sobre esta técnica.
La Radioterapia Guiada por Imágenes pretende corregir el mayor problema de la radioterapia, que consiste en la incertidumbre geométrica relacionada con la posición relativa y con la morfología del tumor en casa sesión del tratamiento.
Tanto los pacientes como sus órganos, se mueven. Esto significa que el tumor también se está moviendo. Este movimiento puede provocar que la radiación se aplique fuera de la zona necesaria. El método más avanzado a evaluar y corregir el movimiento es la radioterapia dirigida por imágenes (IGRT). Esta se logra utilizando un CT diagnóstico para visualizar el tumor antes de la radioterapia. Si el tumor se ha movido, esto se corrige antes del tratamiento, lo que da pie por primera vez a lo que se denomina radioterapia adaptativa, explicó Fernández.
Esta técnica, ofrecida en el país por el Centro de Radioterapia Integral (Radonic), se define como aquella en la que toman imágenes día a día y de forma dinámica a fin de definir cómo es y dónde se encuentra el volumen blanco o tumoral de cada paciente durante las semanas que dura el tratamiento
Diferencia. La radioterapia tradicional trabaja como radiografías estáticas tomadas días previos al inicio del tratamiento, irradiando sin poder seguir las variaciones del volumen blanco o tumor en cada paciente día a día, mientras que con esta nueva tecnología el proceso es dinámico, tomando en cuenta las variaciones temporales del paciente.
Se toman imágenes de la región que se quiere irradiar y se verifica si estas coinciden con la planificación del tratamiento.
Desde 1989 Fernández coopera con el Departamento de Bioquímica Oncológica de la Universidad de Case Western en Cleveland, Ohio.