Los lazos perennes de fraterna amistad que me unieron durante toda una vida con el Dr. José Rafael Abinader Wassaff, vienen desde muy lejos. Fina herencia de mi padre, Dr. Luis Scheker Hane, viose fortalecida al correr de los años compartiendo sueños y sacrificios y jornadas inolvidables que enriquecieron nuestra amistad, respeto y admiración extendida a su noble familia, Abinader– Corona con Sulita, cubierta de nobleza.
Mi padre, funcionario público durante la dictadura de Trujillo, desempeñó cargos de importancia, entre ellos subsecretario de Finanzas, hombre bueno y sabio, “ejemplo para el ejemplo”, podría decir que apadrinó al joven José Rafael Abinader, descubriendo en él sus virtudes y talento.
Su natural vocación política, lo identifica con la prédica y las enseñanzas del Prof. Juan Bosch viniendo a cerrar filas en el PRD, siendo designado como subsecretario de Finanzas y yo beneficiado con una beca para cursar la Maestría en Administración en Puerto Rico, convencido Bosch de que “un gobierno que no cuenta con funcionarios públicos capacitados y honestos, nunca será un buen gobierno”. No por pura coincidencia, el Dr. José Rafael Abinader fue designado ministro de Finanzas por el presidente Francisco A. Caamaño y mi padre gobernador del Banco Central, cargo que le ofreciera don Juan en su gobierno, pidiéndole permanecer como vicegobernador del Banco.
Abinader, abanderado de la docencia, concibe el proyecto de difundir los conocimientos de la administración científica. Acudo a su llamado dando nacimiento a la Escuela de O&M como coordinador y profesor de los cursos impartidos recorriendo provincias y ciudades, que pare la hoy prestigiosa Universidad Dominicana O&M, cuya biblioteca ostenta el nombre de mi padre en señal de gratitud y amistad.
El destino nos junta. Terminada la grotesca intervención norteamericana, Bosch regresa del exilio y aglutina a su alrededor a sus amigos como potencial candidato a la presidencia de su partido: “Es la única forma que los americanos se vayan del país, porque no nos van a dar con los votos lo que nos quitaron con las armas”, nos dice. Con esa certidumbre, se trabaja con Bosch en la confección de lo que sería su gabinete y su programa de gobierno, siendo custodio de los trabajos realizados que luego entregó a la Fundación.
Cuando el presidente Antonio Guzmán Fernández nos recibe amablemente al Dr. Antonio Rosario, rector y yo vicerrector administrativo de la UASD, instruye al Dr. Abinader, contralor general de la República, pasado vicerrector, para que atienda las peticiones de la UASD. Durante el gobierno del Dr. Jorge Blanco, lo designa secretario de Finanzas, a mí, secretario de Deportes Educación Física y Recreación. Ambos deportistas, ante el tranque financiero que significaba cubrir el costo de las instalaciones y del montaje de los XII Juegos Centromericanos y del Caribe. Abinader sugiere gravar con nuevos impuestos al cigarrillo, pudiendo celebrarse espléndidamente los Juegos “Santiago 86.” Santiago reconoce a su hijo eligiéndolo senador, 1998-2002.
Gran empresario, emprendedor incansable, enamorado de su país, sus playas, su mar y su gente, cuantas veces juntos disfrutamos de tanta belleza. Cómo no recordarle con gratitud y admiración. Loor a su vida. Paz a sus restos.