El expresidente de Ecuador Rafael Correa denunció este martes la “judicialización de la política” en su país para inhabilitarlo antes de que pueda inscribirse como candidato para las elecciones de 2021, tras ser condenado hoy en primera instancia a ocho años de cárcel por cohecho agravado.
“Están desesperados para cumplir con los tiempos e inhabilitarme para las próximas elecciones porque saben que si yo puedo regresar les ganamos las elecciones, y ampliamente”, indicó Correa en declaraciones a Efe, en las que criticó la “urgencia” del fallo del tribunal penal de la Corte Nacional de Justicia en plena crisis por la pandemia de coronavirus.
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“Y yo regreso, así me metan preso, pero que me dejen registrar como candidato. No lo van a hacer”, agregó, en referencia a la sentencia que se anunció hoy y que además suspende sus derechos políticos durante 25 años.
De acuerdo a la sentencia, Correa y el exvicepresidente Jorge Glas, quien fuera su estrecho colaborador, han sido condenados como autores del delito de cohecho, mientras que la mayor parte de la veintena de imputados en la misma causa, fueron declarados coautores del mismo, y dos exfuncionarias de la Presidencia como cómplices.
La sentencia acusa a Correa de haber liderado una red de corrupción entre 2012 y 2016 mediante la cual recibió “aportes indebidos” en el palacio presidencial de Carondelet, para la financiación irregular de su movimiento político, el izquierdista Alianza País, a cambio de la adjudicación de millonarios contratos del Estado a varias empresas, entre ellas Odebrecht.
“Es un atentado a los derechos humanos y a la democracia”, dijo el exmandatario, quien consideró el caso de “ridículo” y aseguró que “no existen sobornos por ningún lado».
Lamentó que, “con los muertos en las calles” por el coronavirus, “hacen esta audiencia, cuando en el estado de excepción solo se están dando audiencias en flagrancia, pero es porque están apresurados para tratar de tener una sentencia ya en firme e impedirme participar en las próximas elecciones». “Es todo persecución política”, aseveró.
Correa fue más allá y aseguró que las autoridades ecuatorianas “tienen un cronograma para apresurar las etapas, apelación y casación, y tener una sentencia en firme antes de noviembre, que me parece que es cuando se registran las candidaturas, e impedirme participar en las próximas elecciones” de febrero de 2021.
Correa afirmó que no tiene “ninguna esperanza en el sistema de justicia ecuatoriano”, al que “nadie hace caso a nivel internacional».
Confió en que “esto cambie cuando cambie la situación política”, en concreto “si ganamos las próximas elecciones».
El expresidente aseguró que “somos de lejos la principal fuerza política, pero una cosa es con Correa en Ecuador y otra cosa fuera de Ecuador».
Correa también dijo a Efe que se siente “muy afectado, angustiado, desesperado” por la situación “extremadamente grave” que vive Ecuador por la pandemia de coronavirus, ya que consideró que el Gobierno “no está haciendo en absoluto lo que se tiene que hacer”, como realizar más test de detección, reforzar el personal médico o conseguir más equipos de protección personal o respiradores.
“En las próximas tres o cuatro semanas solo veremos los muertos crecer porque el daño ya está hecho, la inacción de esta última semanas. Lo peor está por venir, hay que estar preparados y tomar las medidas ya”, alertó.