Rafael de Js. Campos – ¿Sabías qué…?

Rafael de Js. Campos – ¿Sabías qué…?

* Hay cada clase de nombres dados por esnobismo, que es para estar con la moda o modismos. Veamos. De las noticias del 2001, un padre sudamericano le puso de nombre a su hijo, email. Por cierto los españoles bautizaron este vocablo muy socarronamente, como Emilio.

De un párrafo del himno nacional mexicano que dice: «Mas si osare un extraño enemigo…» letra de Francisco González Bocanegra, existe el nombre en México muy nacionalista de Masiosare.

El nombre supuestamente más largo es: deoscopidesemperides, que quiere decir, complacerse eternamente en la contemplación de Dios.

Pero el más genial -según mi propio concepto- es el impuesto a una chica que labora en uno de nuestros supermercados capitaleños, como Doctora, de apellido De los Santos. La genialidad consiste en que fue graduada con grado de doctora al nacer.

* Estamos distorsionando el concepto de las palabras. Se escucha con mucha frecuencia usar como sinónimo de «congreso»; «asamblea»; «reunión» que significa junta de varias personas para deliberar sobre algo determinado, la palabra cónclave. Este vocablo ciertamente es un congreso, asamblea o reunión de personas, con la particularidad de estar encerrados bajo llave, como es la reunión de los Cardenales de la Iglesia Católica para elegir al Papa.

Igualmente como evento se le está llamando a cualquier espectáculo artístico-cultural o acto político de diversión o circense programado, cuando es un acontecimiento inesperado dentro de un espectáculo o acto. Ejemplo. En el concierto del miércoles 5 de marzo del año 2003 en la apertura del IV Festival Musical de Santo Domingo, el legendario flautista irlandés Sir James Galway, a los pocos compases de tocar el expresivo «adagio», segundo movimiento del Concierto en Re mayor de Mozart, sucedió algo inesperado, inusual, no ensayado. Galway interrumpe la orquesta. Algo le sucedía a su flauta travesera de oro a causa de la humedad. Momentos de expectación. Al fín, el problema queda resuelto.

¡Aplausos!. Continúa el concierto volviendo al comienzo del adagio. A eso se le llama un «evento», precisamente un acontecimiento no programado.

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