MARK BOWMAN
MLB.com
Nuevamente, los Bravos se ven obligados a sentirse como que fueron dejados en el altar.

Pero la frustración que produjo intentos fallidos por conseguir a Jake Peavy y a A.J. Burnett no se compara con la ira creada después que pensaron tenían un acuerdo con Rafael Furcal.

”Esos dos casos fueron comprensibles, pero este no”, dijo el gerente general de los Bravos Frank Wren.

Con Peavy, los Bravos encontraron a una organización de los Padres indecisa y renuente a cambiar a su estelar. Con Burnett, enfrentaron la realidad de que Nueva York estaba más cerca de Baltimore, donde quería estar el lanzador, que Atlanta.

Con Furcal, Wren encontró a un agente que no creyó en la realidad de un acuerdo verbal.

El miércoles en la noche, un ejecutivo del béisbol dijo a MLB.com que Furcal había llegado a un acuerdo con los Dodgers por tres años y una opción mutua para el 2012.

En otras palabras, los Dodgers se encuentran exactamente donde los Bravos estaban el martes en la mañana cuando Atlanta pensó que el agente de Furcal, Paul Kinzer, había llegado a un acuerdo verabl para aceptar la oferta de Wren que también incluye tres años garantizados y una opción para el 2012.

A petición de Kinzer, Wren envió por fax el acuerdo que señalaba la oferta. Esta acción le dio a los Bravos todas las razones de pensar que tenían un acuerdo verbal.

Un gerente general de otro equipo confirmó que esos papeles no se envían a menos que haya un acuerdo verbal entre las partes. 

Las frases

Frank Wren

Estamos molestos porque no se honró un acuerdo. Puedo entender por qué Paul Kinzer está avergonzado, pero nosotros no lo estamos”.

Me acosté pensando que las cosas iban a salir bien, que estábamos en buenos términos”.