Rafael Labasta es un trompetista dominicano que ha escrito su nombre con letras doradas en la historia de la música.
Su gran destreza le ha valido para tocar o dirigir las orquestas de grandes cantantes como Harry Belafonte, Donna Summer, La Lupe, Cheo Feliciano, Sammy Davis Jr o Barry White, por solo mencionar algunos.
A pesar de todo el reconocimiento internacional que se ha ganado, a Rafael le inquietan algunas situaciones que ocurren aquí.
Una de ellas es que, según señaló, en el país retiran a los músicos de más de 60 años, a pesar de que a esa edad tienen mucha experiencia acumulada.
En Estados Unidos los músicos se retiran. Igual ocurre en Europa, Venezuela, Argentina o Brasil. Pero aquí no. Ninguna orquesta tiene a un señor de 70 años, por más que toque. En Estados Unidos no, pues mientras el tipo hace el trabajo está ahí, sea con quien sea, y en Europa es lo mismo.
Por eso abogó para que se cambie ese sistema y los músicos sean tomados en cuenta aunque sea para las grabaciones, pues explicó aquí hay músicos buenos que andan por ahí.
Faltan orquestas
Otro aspecto al que se refirió fue a que faltan más orquestas que sean buenas.
No quiero decir que las que estén no sean buenas. Aquí hay buenísimas. A mí me gusta la de Sergio Vargas, la de Juan Luis Guerra, ni hablar, y también Rubby Pérez, pero hacen falta más orquestas como las de ellos para contrarrestar la otra corriente.
El trompetista señaló que la otra corriente (el merengue de calle) no es que sea dañina, pero la compara con algo así como cuando llega una epidemia a un país.
Yo no tengo nada en contra de ellos porque en todos los países existe eso, pero también está la otra parte. Si se hace así, la situación se pone en una balanza, el público tiene opciones para escoger, pero no sé qué es lo que está pasando.
Idioma de la música
Gracias a sus constantes estudios y a sus maestros aprendió las técnicas, o mejor dicho, el idioma para tocar mejor su instrumento,
Me gustaría que los trompetistas dominicanos aprendieran el idioma de interpretación, para que puedan estar en una orquesta grande. Me estoy dando cuenta que aquí no hay maestros para esas cosas y tienen ese problema, dijo Labasta, quien entiende que también hacen falta más escuelas de música.
Su sueño
El anhelo de Labasta era tocar en una Big Band. Ese sueño lo llevó a Estados Unidos. Ya allí forma parte de la orquesta de Francisco Bastar Kako.
En ese momento él era uno de los músicos latinos más importantes; la mayoría de los músicos le demos mucho. Colaboró mucho conmigo y con otros dominicanos.
Después pasó a trabajar a Cortijo y Su Combo. A pesar de esto todavía no conseguía lo que quería: pertenecer a una gran orquesta.
Pero la suerte le sonrió cuando se presentaba en un nightclub de Nueva York y Tito Rodríguez lo llamó y le preguntó si quería tocar con él. ¡Por fin conseguía la orquesta que de niño perseguía!
Para mí es una gran satisfacción haber tocado con esos grandes músicos y cantantes. Es como haber realizado la meta, porque lo que uno anhela es llegar lo más alto que pueda, dijo.
En Panamá
Hace años que Rafael Labasta vive en esa nación centroamericana. Allí tiene su propia Big Band, integrada por músicos jóvenes y adultos. Con su banda toca ritmos como el chachachá, son, bolero y el rock americano.
Álbumes
En su dilatada carrera, Labasta ha grabado entre 25 o 30 producciones. La música es mi religión y la trompeta es mi compañía, afirmó este gran músico dominicano.
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Una vida de éxito
Los estudios
Nativo de San Pedro de Macorís, Rafael Labasta se inició en la música a los 14 años cuando asiste a una escuela en su pueblo natal. De su maestro Heriberto Penn recibió los primeros conocimientos. Al año pasó a la Banda de Música de los Bomberos y 12 meses después pertenecía a la banda municipal.
El éxito
A los 26, comenzó su carrera en la música popular con Luis Pérez, después de ahí todo fue éxito.