La instalación del Centro para la Libertad de Expresión de la República Dominicana, que tendrá lugar esta noche en el auditorio de la Universidad Católica Santo Domingo, será un acontecimiento importante para la democracia y la institucionalidad.

Se trata de una iniciativa de un grupo de ciudadanos convencidos de que la libertad de expresión es fundamental para poder mantener vigentes los derechos humanos. Si no se puede hablar, si no se puede decir lo que se piensa y lo que se siente, si se está sometido a una mordaza, resultará imposible elevar una protesta, hacer una denuncia, externar una opinión.

El Centro se ha impuesto como objetivo realizar una labor de concientización de la población en general, para que todo el mundo sepa, ahora y después, que la libertad de expresión es un derecho con el que nacemos y que debemos defenderla hasta con la vida, si fuere necesario.

La libertad de expresión no es una prerrogativa solo de los periodistas, como mucha gente podría pensar. Es un derecho de todos, y a todos nos toca cuidarlo.

Lo primero que hace una dictadura es suprimir la libertad de expresión. Eliminada ésta, es muy fácil acabar con el resto de los derechos, sin que nadie pueda protestar. En una democracia, por el contrario, el primer derecho de los ciudadanos es el de poder expresar libremente cada punto de vista, sin que ello conlleve represalias ni castigos.

Enhorabuena al Centro para la Libertad de Expresión. Que pueda cumplir sus objetivos, en las buenas y en las malas. Y que reciba el apoyo merecido de toda la ciudadanía.