Abandonemos hoy los temas serios, graves y pesados de todos los días. Y ¿qué mejor, para provocarnos aunque sea una simple sonrisa, que reproducir una de las tantas humoradas que los amables lectores nos hacen llegar a través del internet? Como, por ejemplo, ésta sobre las vilipendiadas suegras:

Mi suegra decidió un día saber si sus tres yernos la querían o si al menos la apreciaban algo. Salió, pues, a dar un paseíto con su primer yerno. Deliberadamente, resbaló y se dejó caer en un lago, en cuyas aguas se comenzó a ahogar. El primer yerno, sin pensarlo, saltó al agua y la rescató. Al día siguiente encontró en la puerta de su casa un carro Yugo nuevecito, con una notita que decía: «Gracias de parte de tu suegra que te quiere».

Ella repitió la misma historia con el segundo yerno: de nuevo resbaló, cayó en el lago y comenzó a ahogarse. El segundo yerno también, sin pensarlo dos veces, saltó al agua y la rescató. Al día siguiente el segundo yerno encontró en la puerta de su casa un carro Yugo nuevecito, con una notita en el parabrisas que decía: «Gracias de parte de tu suegra que te quiere».

La historia se repitió conmigo que soy el tercer yerno. Salimos a caminar, ella resbaló, cayó en el lago y comenzó a ahogarse. Yo la miraba, y en lugar de rescatarla, le grité: » Vieja… hace años que soñaba con esto!»

Al día siguiente encontré en la puerta de mi casa un Super Mercedes Benz 500 SL Class modelo 2005 de edición limitada, con una notita en el parabrisas que decía: «Gracias de parte de tu SUEGRO que te adora y te quiere».