La expresión A(Pa@rriba!@, en buen dominicano, podría considerarse como una interjección que denota optimismo, usada para dar ánimo o para expresar satisfacción cuando se están obteniendo los resultados deseados en una tarea cualquiera.

Pero no. No es en ese sentido que la estoy usando esta vez. El A(Pa=rriba!@ mío es un grito desesperado, un lamento o una advertencia de un pobre ciudadano común que tiene que enfrenter cada día el alza de precio de los servicios, de los artículos de uso diario, de las medicinas, de la comida, de los pasajesY (de todo!, mientras sus ingresos, con suerte, permanecen iguales.

Ayer acudí a la farmacia en busca de navajitas de afeitar, y al ver los nuevos precios me dieron ganas de dejarme la barba. La farmacéutica, al notar mi angustia, me dijo: AEso no es nada, mire este medicamento, al pedir al suplidor una reposición, me advirtió que ahora cuesta el doble@. Y esto lo tengo comprobado con los fármacos que por indicación médica debo comprar sistemáticamente.

Los combustibles suben, suben y suben (como aquellos espaguetis del anuncio). Y las visitas a los supermercados, que hasta hace poco eran un buen pretexto para encontrarse uno con amigos y echar un párrafo con ellos, son ahora una caja de sorpresas desagradables, porque los precios aumentan de un dia para otro.

)Y qué me dicen de la tarifa eléctrica? )Y de los colegios privados, aquellos que tienen niños en edad escolar? )Y el transporte público, que según reveló El Nacional de ayer, subirá en un 40% a partir de la semana que comienza mañana?

(Pa=rriba!, dominicanosY pero que conste: no es una exclamación de optimismo, la mía; es un quejido, un alarido, un grito de impotencia y desesperación. APa=rriba@ van los precios, no el ánimo. )Hasta cuándo?