Aunque parezca imposible, ayer estuve en un almuerzo con más de veinte personas y sorprendentemente el tema que nos reunió allí no fueron los chismes políticos del momento ni las vagabunderías congresionales que son hoy plato del día en toda reunión.

Nos congregó, a varios periodistas, comentaristas y creadores de opinión pública, una gentil invitación de EDUCA, una entidad sin fines de lucro que canaliza programas y acciones destinados a eficientizar la educación en nuestro país. Los anfitriones Celso Marranzini, Rafael Toribio, Aida Consuelo Hernández presentaron, con sus correspondientes comentarios, el informe sobre el progreso educativo en Centroamérica y la República Dominicana, correspondiente al año 2003.

Obligado como estoy a decir «lo mío» en pocas palabras y corto espacio, resumo contándoles, amigos lectores, que a pesar de los reconocidos esfuerzos que a nivel oficial y privado hemos hecho últimamente en materia de educación, nos estamos quedando atrás en relación con los avances alcanzados en los países centroamericanos, y ni qué decir si osamos compararnos con las naciones más desarrolladas.

Entre las causas de este rezago educativo se cuenta el bajo presupuesto oficial para educación en nuestra República, con la circunstancia agravante de que lo poco presupuestado se reduce en la práctica a la mitad, porque el gobierno no desembolsa nunca lo que dice la Ley de Gastos Públicos.

También contribuye a nuestro retraso el hecho de que los políticos criollos, del gobierno y de la oposición, no parecen darse cuenta de lo importante que es contar con un plan de desarrollo educativo que dure más allá de un simple período electoral, y malgastan su tiempo, su energía y los recursos del Estado, en discusiones estériles, bellaquerías, trampuliñas y triquiñuelas para su exclusivo beneficio.

El documento presentado ayer se titula: «Es hora de actuar», porque no hay tiempo que perder si queremos ponernos a la par con los países hermanos de la región. Estoy seguro de que el mismo será ampliamente divulgado. Vale la pena que todos lo veamos y tomemos conciencia de este grave problema nacional.

LA FRASE DE HOY: «No le digamos a Dios lo grandes que son nuestros problemas. Pidámosle mejor que nos libre de los políticos» (Sonia Batista Félix).