Entre la correspondencia que recibo con comentarios sobre esta columna, me llegó la siguiente, del lector Reynaldo Marrero, que habla por sí sola y contiene conceptos que cualquiera incluyéndome a mí quisiera poder exhibir como propios:

«Soy un fiel lector del periódico Hoy escribe , y un adicto a su columna, la cual es muchas veces refrescante y otras veces incisiva, dependiendo del momento y las circunstancias.

«En otro orden, en los actuales momentos se está hablando insistentemente de una reforma a nuestra Constitución, por lo que quiero robarle tres minutos de su tiempo para hacer una sugerencia, que aunque sé que no va a ser posible, de todas maneras quiero compartirla con Ud.

«El pueblo vería con agrado que dentro de las reformas sugeridas, se incluya la reducción del número de miembros de la Cámara de Diputados, a una proporción igual a los senadores. De esta manera el gobierno central tendría unos milloncitos más para invertirlos en educación y salud.

«También, que se aplique la misma medida para los ‘honorables’ regidores de nuestros ayuntamientos.

«Según las leyes, por otra parte, los diputados y senadores son electos para representarnos, pero todos sabemos que sólo se representan a ellos mismos y a sus respectivos partidos; entonces no necesariamente representan a los ciudadanos que los eligieron, y ahí están las muestras más recientes: la posibilidad de buscar una reelección, los parques nacionales, y mil diabluras más aprobadas en contra de la voluntad de todos los sectores.»