Rafael Molina Morillo – Mis buenos días

Rafael Molina Morillo – Mis buenos días

De la palabra se debe pasar a la firmeza de conducta. No se cansaban los estoicos de recordar el gesto firme del senador Helvidio Prisco.

Pidióle un día el Emperador Vespasiano que no fuera al Senado para que su austera palabra no perturbara sus planes.

Está en sus manos quitarme el cargo, pero mientras sea senador no faltaré al Senado , respondió Prisco.

Si vas repuso el Emperador será para callar mi opinión.

No me pidas opinión y callaré.

Pero si estás presente no puedo dejar de pedírtela.

Y yo no puedo dejar de decir lo que creo justo.

Pero si lo dices yo te haré morir…

Los dos haremos lo que está en nuestras conciencias y depende de nosotros. Yo diré la verdad y el pueblo lo despreciará. Usted me hará morir y yo sufriré la muerte sin quejarme. ¿Acaso le he dicho que soy inmortal…?

(Extraído del libro «Las fuerzas morales», de José Ingenieros; contribuido por Ramón Emilio Encarnación Valenzuela)

LA FRASE DE HOY: «Permitir que se suprima el derecho a expresar una idea, por simple o disparatada que ésta parezca, podría ser el inicio de la supresión de todas las ideas» (Camila Alire).

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