Ayer pasé por el frente del palacio de la Policía Nacional y tuve que restregarme los ojos para creer lo que estaba viendo: la sólida estructura que aloja al cuerpo del orden estaba siendo pintada de un coqueto color cremita claro, en contraste con el adusto verde oscuro mate que durante tantos años ha caracterizado a las instalaciones físicas de la institución.

Sentí la sensación de que estaba mirando una culebra botando el pellejo para dar paso a una nueva y brillante piel rejuvenecida.

Ignoro si todos los destacamentos y dependencias policiales del país van a ser pintados de crema, pero lo cierto es que, de ser así, estaríamos frente a un cambio verdaderamente revolucionario y positivo, desde el punto de vista del buen gusto.

Eso es por fuera. Pero… )y por dentro? )Se producirán cambios en la Policía también por dentro?

No me refiero a cambios de unos oficiales por otros, en virtud de nombramientos presidenciales o ascensos, sino a cambios institucionales. Cambios en la mentalidad policial. Cambios conceptuales. Cambios educativos y culturales. Cambios en los métodos de investigación y persecución del delito. Cambios de actitud ante el ciudadano común.

Del mismo modo que los edificios policiales se despojan del odioso verde oscuro mate para lucir a los ojos de los transeúntes el luminoso y alegre cremita claro… que se cambie la imagen de la institución por una más amigable, más servicial y más confiable. Amén.