Cuando sientas frío, piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.
Cuando sufras una derrota, acuérdate de tus triunfos y de tus logros.
Cuando necesites amor, revive tus experiencias de afecto y ternura.
Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría. Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han emanado.
Alégrate por lo bueno que tienes y por lo de los demás; deshecha los recuerdos tristes y dolorosos, no te lastimes más.
Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad. Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez.
Visualiza aquel atardecer que te emocionó. Revive esa caricia espontánea que se te dio. Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.
Allá en tu mente están guardadas todas las imágenes y solo tú decides cuáles has de volver a mirar…
(Fragmento de una contribución del Dr. Fernando Morales).
LA FRASE DE HOY: «Si crees que puedes o crees que no puedes, tienes razón.» (Henry Ford).