Hoy 
Necesariamente, el tema obligado para hoy es la huelga. Un paro general de actividades en el país entero, convocado por una gran cantidad de organizaciones civiles que demandan del gobierno la solución de graves problemas que aquejan a la población y se agrandan cada día que pasa.
La convocatoria es osada, pero justa. Osada, porque sus promotores han de estar muy seguros de que su llamado será oído y acatado en toda la geografía nacional, para que realmente pueda considerarse efectivo y exitoso. Y justa porque, sin duda alguna, el descenso que se ha registrado últimamente en la calidad de vida de los dominicanos, no puede ser más abrupto y catastrófico.
Es oportuno, pues, hacer un llamado a los convocantes y a todos aquellos que se sumen al paro, a fin de que lo hagan con firmeza, pero con prudencia y serenidad, sin provocaciones innecesarias. Y a las autoridades encargadas de mantener el orden, para que no caigan en excesos.
Si estas dos condiciones se cumplen, el paro podría considerarse exitoso para ambas partes. Esperemos que así sea, y que después de cumplidas las 48 horas programadas, al gobierno se le haya ablandado el corazón y encendido el entendimiento, para que comprenda que su función no es otra que procurar el bienestar de los ciudadanos que lo llevaron al ejercicio del poder.
