Este es un país muy especial. Todo el mundo quiere que se dicte alguna ley a la medida de sus intereses. Y como eso está de moda, yo también voy a querer una o más leyes exclusivamente para mi beneficio personal.

Los médicos, por ejemplo, están reclamando mejores sueldos en los hospitales del Estado, pero como saben que el gobierno no tiene dinero para eso, proponen que el Congreso dicte una ley creando nuevos impuestos para proveer los fondos necesarios para que se les pueda subir el salario.

Desde el punto de vista puramente matemático, luce muy bien. Recaudo el dinero por aquí y luego lo pago por allí. Cero mata cero, igual a cero.

Pero la cosa no es tan sencilla, porque el gravamen en cuestión saldrá del bolsillo de todos nosotros, los que no somos médicos del Estado. Aparte de injusto, el impuesto propuesto sería inconstitucional, porque la Carta Magna prohíbe la creación de gravámenes para favorecer a un sector determinado de la sociedad.

De todas maneras, como en nuestro amado país todo puede suceder, si los médicos se salen con la suya, ya estoy preparado para solicitar otro impuesto para que, con el dinero recaudado, se mejoren los sueldos a los periodistas. Y exhorto a los ingenieros, a los abogados, a los agrimensores, a las enfermeras y a todos los profesionales del país, a que hagan otro tanto, que no sean bobos, porque la fiesta debe ser para todos.

No olvidemos que hay un buen precedente con la llamada Ley de Lemas, que ha sido propuesta exclusivamente para ayudar al partido oficialista a salir del tollo en que él solito se ha metido. Leyes a la medida, esa es la moda!

LA FRASE DE HOY: «Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio.» (Sigmund Freud).