Rafael Molina Morillo – Mis buenos días

Rafael Molina Morillo – Mis buenos días

Los que alcanzaron a vivir en los tiempos en que Don Paco Escribano era el indiscutible rey del buen humor en este país, recordarán el cuento de aquel alcalde pedáneo que vió relucir algo en el suelo y, creyendo que se trataba de una moneda, se inclinó para recogerla, llevándose la ingrata sorpresa de que en vez de moneda era escupitajo, con la consiguiente embarrada de mano.

El indignado depositario de la autoridad no podía quedarse con esa afrenta. Sin pérdida de tiempo se dirigió a su oficina, preparó un edicto, sacó varias copias y mandó a colocarlas en las puertas de los ventorrillos y otros lugares concurridos, con el siguiente texto: «Prohibido escupir redondo. De hoy en adelante sólo se permitirá escupir cuadrado. El Alcalde.»

El cuento me viene a la memoria al leer la ácida crítica que un veterano dirigente de una facción del partido gobernante le ha hecho a un hombre respetable como lo es el doctor Virgilio Bello Rosa, por el sólo hecho de éste no estar de acuerdo con quienes propugnan por establecer la Ley de Lemas en este país.

Remedando el cuento de Don Paco Escribano, parecería que a Bello Rosa le han dicho: «Prohibido pensar con cabeza propia. En este grupo político hay que seguir como borregos la línea oficial.»

Por suerte, no todo el mundo piensa de esa manera. Pero queda un sabor amargo en el fondo de todo esto: se nos quiere avasallar poco a poco. Por eso es necesario que cada uno levante su voz y exprese libremente su opinión en torno a los asuntos de interés público. Que no predomine nunca una sola voz, sino el concierto de todas las voces, armonizadas en busca de un verdadero orden institucional.

LA FRASE DE HOY: El héroe se crea por sí mismo; la celebridad es creada por los medios de comunicación. El héroe es una gran persona. La celebridad es un gran nombre. (Daniel J. Boorstin, historiador).

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