MADRID, España.- Con el maestro Rafael Solano me ha unido un amistad inquebrantable que se ha hecho más fuerte con el transcurrir del tiempo. Con la madurez de nuestras vidas, los lazos, que en principio fueron amistosos, se han convertido en familiares, junto con su querida esposa Amarylis.
Recuerdo perfectamente, cuando personalmente le conocí.
En ese entonces, yo era una joven de unos 15 o 16 años, que cursaba el primero del bachillerato en el Instituto de Señoritas Salomé Ureña, donde junto con otras compañeras inventamos realizar una función navideña, para recabar fondos para algo especial, que sinceramente, ahora no recuerdo.
Atrevidas al fin, pensamos en grande, en presentar al más famoso y popular artista dominicano del momento, Rafael Solano, cuyas composiciones musicales en las voces, principalmente, de Fernando Casado, Nini Cáffaro y Luchy Vicioso eran las más exitosas.,
Como el maestro Solano vivía cerca del Instituto de Señoritas Salomé Ureña, decidimos visitarlo, y contarle de nuestra actividad benéfica, con la ilusión de su importante participación, Aunque en el fondo pensábamos que iba a rechazarnos, la sorpresa nos dejó pasmada, pues además de recibirnos amablemente, aceptó la invitación.
Luego de la función, un lleno total, pasarían años en verle.
Ocurrió cuando me convertí en periodista del Listín Diario y dirigía la sección de espectáculos, que imponía tener contacto con los artistas, entre ellos el maestro Solano quien continuaba siendo el preferido del público.
Para esa época me iniciaba en la televisión, y el maestro Solano me invitó a trabajar con él en uno de sus programas de mayores éxitos, donde estuvimos hasta su final.
Al ser nombrado embajador en la UNESCO, le visité en París, donde ideamos producir el programa En Pareja, que iniciamos a su regreso a Santo Domingo, que finalmente abandonó hastiado de no tener los recursos necesarios para sacarlo adelante.
En cambio yo, testaruda al fin, no me rendí y continué durante 17 años con el programa junto a mi hija María Alexandra, una de las grandes fans del maestro.
Solano, quien acaba de recibir un Grammy, se ha tomado unos días de vacaciones en Madrid, en compañía de su esposa y su nieta Analí.
El reencuentro lejano de nuestro querido país, estuvo cargado de sentimientos de amistad, que hemos compartido con la también gran amiga Isabel Genao, esposa del escritor español, ya fallecido, Miguel Ruiz Bermejo.