MADRID, España.– El maestro dominicano Rafael Solano, celebró la llegada de un año más de vida junto a su esposa Amarilys, su compañera desde hace más de cinco décadas, amigos y relacionados en un ambiente íntimo y discreto, como su propia vida familiar.
El escenario fue la ciudad de Madrid, donde Solano disfruta de unos días de vacaciones con varios familiares, y el encuentro fue en un restaurante italiano en la madrileña Gran Vía.
Allí Solano festejó la llegada de sus 87 años, gozando de muy buena salud física y mental, rodeado de personas queridas, quienes con humor, hicieron planes para su cumpleaños 90.
Durante el festejo recordó a la prensa dominicana por el trato respetuoso que siempre le ha concedido y dijo agradecer a todos los periodistas por la distinción a su persona, de la cual siempre estará agradecido.
La celebración transcurrió entre anécdotas de tiempos determinados de su vida, cuando estuvo como embajador de la Unesco en París; una ciudad que le ha dejado profundas huellas y en la que vivió experiencias artísticas culturales inolvidables y en la que siempre se sintió feliz.
Expresó que en Madrid se siente plenamente, pues encuentra en ella una ciudad alegre, divertida, llena de bullicio sano, de restaurantes, bares y cafeterías por cada rincón.