Rafael Ventura – Hopólito: ¿Jefe de la oposición?

Rafael Ventura – Hopólito: ¿Jefe de la oposición?

El laborantismo proselitista que exhibe el presidente Hipólito Mejía y su equipo político, el Proyecto Presidencial Hipólito (PPH), tras su reelección -primer intento de un gobernante perredeísta de reelegirse bajo la bandera del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que nació en el exilio hace 74 años, precisamente enarbolando como principio la oposición al continuismo en el poder del dictador Rafael Trujillo- tiene una parte que «se vé», pero hay otra parte que «no se vé», y esta última es la más importante, a juzgar por los acontecimientos de esta campaña final, acontecimientos políticos que han de inclinar definitivamente la balanza hacia el triunfo del doctor Leonel Fernández, el próximo 16 de mayo.

Las encuestas nacionales de prestigiosas firmas internacionales (la última de Diario Libre-Gallup, donde dá un 55% para el triunfo de Leonel en la primera vuelta); encuestas sectoriales de reconocidas firmas empresariales y entidades de la sociedad civil; embajadas acreditadas en el país; supermercados y tiendas diversas; colmadones y hasta los tigueres parados en las esquinas, así lo confirman. Hasta el propio presidente Hipólito Mejía, que al principio de su mandato se caracterizaba por su elegante chacabana de lino, acompañado de un forder con «los númeritos de Ana María Acevedo» debajo del brazo, datos que enseñaba orgullosamente, donde se demostraba que todas las encuestas lo favorecían, ya dejó a un lado los datos de las encuestas de la señora Acevedo, y 25 provincias del país, eso no se lo cree ni él mismo, mucho menos los compañeros pepehachistas, que cada vez se les nota más alicaídos -con el moco pa` abajo- porque sienten que es una realidad aquella pesadilla que no los deja dormir, y que en sueño les dice «e pa` fuera que van».

El intenso laborantismo presidencial, al grado que no atiende el asiento «del carguito», y si va un rato es para guardar la apariencia, es otro hecho político que indica que el presidente Mejía, más que para ganar las elecciones venideras, está fortaleciendo su figura y su proyecto político, el PPH, a lo interno del PRD, al cual contribuyó a debilitar para sus propósitos hegemónicos, sea en el gobierno o en la oposición, que irremediablemente vé acercarse sin que «quede mucho por hacer». Otro hecho que hay que destacar es que el presidente Mejía recogió sus palabras de que no se sentaría a firmar un pacto que bajara el tono, los insultos, de la campaña, con los otros principales candidatos de la oposición, porque «la campaña es una guerra que terminará con el que gane… pero no ahora».

Es posible que en esta muestra de mesura por parte del presidente Mejía haya influido la declaración días antes de Danilo Medina, quien afirmó que en un eventual gobierno peledeísta los derechos del actual gobernante y su familia serían respetados, como lo establece su condición de ex presidente constitucional de la República. Las opiniones de Danilo deben de tener mucho peso en el presidente Hipólito, no sólo por su condición de líder y jefe de estrategia electoral del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y por ende, parte importante del posicionamiento electoral del candidato Leonel Fernández y del partido, sino porque el nativo de San Juan de la Maguana evitó serios traumas al país cuando en el año 2000 aceptó la derrota electoral, a pesar de que el candidato triunfante (Hipólito) no alcanzó el 50 + 1 que establece la Ley Electoral, lo que ennoblece más su estatura política.

Este uso desmesurado de los recursos del Estado en la campaña electoral, más las abultadas nóminas de altos oficiales y clases en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, son muestras de que el agrónomo-presidente «está sembrando», y no precisamente en la tierra, sino en el cuerpo económico, social e institucional de la Nación, «porque los numeritos no cuadran ahora».

Esos cientos de generales, miles de altos oficiales en los cuerpos castrenses y la Policía, más el abultamiento de las nóminas, en detrimento de los escasos presupuestos de las uniformadas, es con el fin de ganar adeptos, que mañana cuando sean dados de baja, porque el próximo gobierno no puede soportar esta carga parasitaria, el PPH tendrá aceitado un poderoso «brazo militar».

El mismo hecho de que el presidente Mejía acepte finalmente algo que hasta ahora había negado vehementemente, como es la responsabilidad de su gobierno en la quiebra de tres de los principales bancos dominicanos es una «autocrítica adelantada», ejercicio que tendrá que hacer muchas veces, cuando se ejecute el «e pa` fuera que van», y nada mejor que irlo practicando ahora.

Pero como dice el proverbio popular «una cosa piensa el burro y otra el que lo está aparejando», y en política nada está escrito; puede ser que el presidente Mejía aspire a ser jefe de la oposición, pero como va a dejar un país y su propio partido destruido y dividido este desastre puede ser un boomerang que se revierta contra sus creadores, y no es ocioso recordar que al doblar de la esquina están los Hatuey Decamps, Milagros Ortiz y Esquea Guerrero, que no se doblegaron ante la reelección y deben de tener «sus trompos embollaos» para cuando llegue la hora de ajustar cuenta.

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