Ráfagas económicas, entropía gubernamental y sinergia política

Ráfagas económicas, entropía gubernamental y sinergia política

La economía y la política han de nutrirse de la naturaleza y leyes físico-químicas que las explican. Ahora que sobrepasamos el susto del huracán Irene, afectándonos solo con sus ráfagas, debemos volver a las amenazas del huracán económico cuyas ráfagas comienzan a agudizarse por haberse caído, creyéndola blindada, en una  entropía gubernamental, calificativo sustraído de la física  para definir el esfuerzo y la energía que no producen resultados. Aún así, el Presidente Fernández, en un comportamiento que no acaba de convencer plenamente, insta  al apoyo de la candidatura de su partido sin ponderar hasta qué punto producirá una sinergia cooperante, o suspensiva, de su crecimiento, habida cuenta el mal posicionamiento del Gobierno en la reciente encuesta Gallup-Hoy.

Las ráfagas económicas observadas durante éste año  se reflejan en un crecimiento de los ingresos fiscales  un 21% por debajo de la economía-  comparando el 8.4% de las recaudaciones con el 10.75% sumatoria del PBI y la inflación – que frente a gastos excesivos provocan déficits por RD$155 millones por día laborable, compensándose con endeudamiento de  un millón de dólares por hora laborable y encaminando dicha deuda a los US$16,000 millones. Por tantos endeudamientos, junto a repatriaciones de capitales, la cuenta de capital y financiera de la balanza de pagos se deterioró en US$2,400 millones.

Estas ráfagas coexisten con una administración  hipertrofiada por la burocracia y una sociedad enfatizada en subsidios, fomentando ineficiencia y dependencia, que ahora el Presidente Fernández pretende con su gestión personal – visitas barriales, reuniones de todo el Gobierno para seguimiento focalizado de estas visitas,  presentándose en instituciones dando buenas nuevas – acicatear una maquinaria acostumbrada a la inercia y desgano, sin resultados y sin responder al esfuerzo impreso que define la entropía; magnificada por aquello de “rey muerto rey puesto” que gravita sobre el gobernante ante la expectante terminación de su mandato.

Esa burocracia entropezada se ofrece, real o aparentemente, a la candidatura PLDista sin ponderar resultados de la encuesta citada sobre aprobación gubernamental que reflejan que la mayoría de los dominicanos, incluyendo sus correligionarios, ven las cosas por mal camino, desaprueban la gestión y perciben mayor corrupción de una administración regida por un mandatario previamente mal valorado en nuestro subcontinente. ¿Puede generarse sinergia cooperante, mayor que la suma de las partes, un Gobierno desaprobado a un candidato sin despegue, siguiendo la definición universal de sinergia, o más bien se producirá el efecto sinérgico propio de la farmacología destinado a suspender el crecimiento de la candidatura?

La conclusión de éstas reflexiones es que todos los políticos debemos estudiar física química etc.

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