Rainieri, divino tesoro

Rainieri, divino tesoro

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La pareja Rainieri Carrara fijó residencia al sureste del pueblo, en Ronchetti (pronunciado Ronqueti), dentro de la comarca de San Secondo Parmense, pero alejado del castillo. Del territorio donde vivió esta familia tenemos el registro de tierras, donde se menciona a Stefano (algunos de sus hermanos y su padre) y se especifica sus propiedades.
Del matrimonio de Stefano y María Benedetta nacieron cinco hijos, de los cuales sobrevivieron cuatro: Celestina (1846), Doménica (1849), Giovanni (1851) y nuestro querido Isidoro (1857), con el que empezamos esta historia.
Previo al nacimiento de nuestro Isidoro, en enero de 1857, Stefano presentó un pedido oficial de emigración a los oficiales del castillo; en el que expresaba su deseo de emigrar fuera de San Secondo. Hay dos anotaciones sobre su destino. La primera es Normandía; la segunda, Guastalla, dos pueblos geográficamente opuestos. El paradero de la familia representaría entonces un nuevo misterio. ¿Qué pista seguir? El permiso de emigración les fue otorgado a la familia de Stefano; pero María Benedetta ya sabía que estaba embarazada (de Isidoro) y la pareja decidió esperar al nacimiento del pequeño antes de partir de San Secondo.
Isidoro Ángelo Rainieri Carrara nació el 17 de julio de 1857 en Ronchetti, San Secondo Parmense. Su bautizo fue oficiado al otro día de su nacimiento. La traducción del registro bautismal es como sigue: “Yo, Venturini Ángelo, rector de la iglesia parroquial Santísima Anunciación Bendita Virgen María, bauticé a un infante nacido ayer de Stefano Rainieri y María Benedetta Carrara, cónyuges de esta parroquia, a quien se le impusieron los nombres de Isidoro Ángelo [padrinos no mencionados]” (Archivo Diocesano Parma de la Iglesia de la Anunciación de Ronchetti).
La carretera Vía Ronchetti, mencionada en el certificado de nacimiento de Isidoro, está bordeada de árboles que unen sus ramas al cielo al típico estilo campestre italiano. Es de gran júbilo para nosotros caminar por ahí, por la carretera que nuestros antepasados usaron por más de un siglo. Aún se encuentra de pie la iglesia donde Isidoro y sus hermanos fueron bautizados. La iglesia, aunque pequeña, es preciosa. Construida de piedras del río Taro y de ladrillos del castillo intercalado. Hay flores silvestres, azules y amarillas a su alrededor. En sus paredes pintadas placas dedicadas a sus patrones que datan de 1804 y aunque hoy está cerrada y probablemente muy pronto en ruinas por el arrobamiento del tiempo (el techo está a punto de desplomarse), se aprecia su estilo medieval, caracterizado por un vitral redondo sobre la puerta de entrada. El santo patrón es San Isidoro, nombre muy antiguo que data de antes del siglo primero y significa ‘Regalo de la divinidad’. Del nombre de Isidoro se escogió el título de esta serie, cambiando la palabra ‘regalo’ por ‘tesoro’.
En los archivos del castillo se anotó que en noviembre de 1857 ya otra familia vivía en la casa de Stefano Rainieri. El paradero de la familia de Stefano se convirtió en un misterio. La suerte tocó a mi puerta de una manera inesperada.

Instituto Dominicano de Genealogía

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