MADRID. El jefe del gobierno español Mariano Rajoy se presentó este martes como garante de la recuperación y del Estado del Bienestar ante la «demagogia» de otros partidos como los antiliberales de Podemos, su principal amenaza en un año muy cargado electoralmente.

«Con demagogia no se mantiene el Estado de bienestar, se destruye», declaró en el Congreso de los Diputados el líder conservador durante su discurso sobre el Estado de la Nación donde arremetió contra aquellos que «hacen promesas al aire», en una alusión a Podemos y sus aliados griegos de Syriza.

«Si no hubiéramos logrado reducir a la mitad los intereses de la deuda, habríamos tenido que reducir las prestaciones sociales», afirmó en su balance de los tres años en el poder del Partido Popular (PP, derecha) y a menos de un año de las elecciones legislativas en las que podría verse desbancado por Podemos.

«Es muy peligroso pensar que el Estado de Bienestar se puede levantar sobre hipotecas o, peor aún, que se puede salir adelante con dinero ajeno», insistió, tratando de contrarrestar los ataques contra su política de austeridad marcada por severos recortes en sanidad, educación y prestaciones sociales.

«La gran medida social de esta legislatura fue evitar el rescate» de la economía española al que tuvieron que recurrir Grecia, Irlanda y Portugal, aseguró Rajoy que, sin embargo, solicitó una ayuda europea de 41.300 millones de euros en 2012 para salvar su sector bancario.

En su último debate sobre el Estado de la Nación, Rajoy defendió su gestión económica ante un año cargado de citas electorales –municipales, regionales y legislativas– que auguran la eclosión de dos nuevos partidos en el parlamento español, el antiliberal Podemos –segunda e incluso primera fuerza en algunos sondeos– y Ciudadanos, partido de centro.

Ambos denuncian la corrupción y el desempleo que corroen el país, con la segunda peor tasa de desempleo de la eurozona (23,7%) después de Grecia.

Pero mientras Podemos ataca con dureza las políticas de austeridad europeas y propone cambios drásticos en la economía, el discurso de Ciudadanos es más moderado, lo que puede atraer a votantes desencantados del PP.