Barcelona (España). El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en su primer viaje a Cataluña desde la elección del nuevo presidente del Ejecutivo regional, avisó hoy a los independentistas de que “el Estado no está en tregua” y él seguirá combatiendo cualquier paso en contra de la unidad de España.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, fue investido el pasado  10 de enero con el apoyo de los grupos Junts pel Sí (Juntos por el Sí) y la CUP (Candidaturas de Unidad Popular), que tienen como principal punto en su agenda iniciar el proceso de independencia.   En este sentido, esos grupos iniciaron el pasado día 3 los trámites en el Parlamento Catalán para comenzar a redactar varias leyes de “desconexión” con España, tal como habían anunciado.

Rajoy, que asistió a la reunión de la dirección del PP en Cataluña, insistió en que el Ejecutivo español está en funciones, tras las elecciones del 20 de diciembre, pero no lo están ni la ley, ni la Constitución. “No están en tregua”, insistió.   En este sentido, ayer mismo su Gobierno decidió impugnar ante el Tribunal Constitucional la creación del Departamento de Exteriores por parte del Ejecutivo catalán y pidió que suspenda su puesta en marcha.

El proceso de independencia impulsado en Cataluña es una de las cuestiones que están sobre la mesa a la hora de alcanzar un pacto y lograr un nuevo Ejecutivo en España.   Mientras PP (centroderecha), PSOE y los liberales de Ciudadanos coinciden en la idea territorial de España, el izquierdista Podemos defiende un referéndum en Cataluña sobre la independencia, aunque no están a favor de ésta.

Respecto a las conversaciones para la formación del nuevo Gobierno, Rajoy afirmó en el mismo acto que si el candidato socialista a formar gobierno, Pedro Sánchez, quiere reunirse con él, le atenderá “como se merece».   Pero le trasladará que el PP dirá “no” a su investidura y que «123 escaños son más que 90 escaños”, en referencia los conseguidos por el PSOE.   A pesar de el PP es el grupo mayoritario en el Congreso, su líder, Mariano Rajoy, declinó la propuesta del rey para formar gobierno, al considerar que no tenía apoyos suficientes ente los 350 diputados de la Cámara, por lo que el encargo pasó a Sánchez.