Ramírez analiza neuromarketing de Danilo y Abinader elecciones 2016

Ramírez analiza neuromarketing de Danilo y Abinader elecciones 2016

Danilo Medina atrae con su mensaje optimista, esperanzador y motivador; mientras, Luis Abinader y los demás liderazgos de oposición al Gobierno procuran avanzar llevando a la gente a un plazo mental de fatalismo, a una valoración de que en el país nada funciona bien.
Esa afirmación la hace el politólogo Belarminio Ramírez en su libro “Neuromarketing político y liderazgo: Cómo ser un líder empático”, agregando que esos liderazgos de la oposición ignoran que los electores no los perciben con la madera para hacerlo bien ni tampoco ellos explican qué harán para convertir el país en el paraíso que prometen.
Medina, fue el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), resultando ganador de las elecciones del 20 de mayo pasado.
En el capítulo sobre el neuromarketing en las relaciones de los triunfadores y perdedores en las elecciones del 2016, el autor plantea que los liderazgos en la era del neuromarketing, sin importar que estemos en periodos electorales ni post electorales, deben entender su misión de construir un desarrollo sostenible que tiene como fase previa un bienestar psicológico.
El que menos descalifica “Dentro de todos los liderazgos que han llegado a la presidencia de la República y de aquellos que no han llegado, Danilo es que el menos descalifica a sus adversarios”, señala.

Considera que el liderazgo político debe tener conciencia plena de su rol de equilibrio en el sistema democrático para no dejarse estimular y arrastra por los impulsos de la era de la comunicación solo por la satisfacción de producir noticias.

Ramírez Morillo expresa que la política dominicana está llena de demócratas de palabras y no de hechos. Las campañas electorales y las elecciones sirven para medir la madera y el termómetro democrático de los liderazgos en contienda, cada proceso en que participan es un eslabón en la construcción de su imagen.

Conducta diferente de Luis. “El Luis Abinader del día de las elecciones que habló al país irradiando optimismo y felicidad, madurez y compromiso con los valores de la democracia es una persona y el que que habló al país dos días después de las elecciones es una persona con una naturaleza y conducta diferente a lo que había sido su liderazgo”, indica.
Medina y sus aliados transmitían energías positivas y felicidad y agradecimiento al pueblo dominicano, mientras Abinader y sus aliados de la oposición, irradiaban energías negativas de frustración, decepción y desencanto. “Danilo tiene abundancia de autoestima, y esa es la capa que protege su ecología emocional y le da confianza”, dice.

Medina ganó las elecciones al obtener el 62% de los votos y Abinader el 27%.
Ramírez dice que Abinader es un ganador del proceso, pero que no se ha enterado. Percibe que en vez de este leer inteligentemente los resultados electorales y presentarse como un triunfador, se dejó arrastrar por los sentimientos y las pasiones de los candidatos de los partidos pequeños y emergentes que prefirieron ir solos a las elecciones.
“Luis Abinader parece ignorar que la mayoría de la población de hoy tiene suficiente inteligencia racional para hacer una segregación de los argumentos que tienen y carecen de sentido común.
“Debió dar señales de que tiene madera de estadista y jamás presentarse como un desaforaos estimulando disgustos y protestas. Ese papel postelectoral no le luce, no solo por el perfil de su liderazgo, sino también por su origen, su crianza y su naturaleza de empresario del sector turismo”.
Afirma que esas emociones que puso en evidencia, sus adversarios las utilizarán en su contra en el futuro.
Sostiene que hasta ahora Abinader ha demostrado que es audaz, sin embargo, consideró un error el querer presentarse como el más guapo cuando visitó pueblos donde las juntas municipales no habían terminado el escrutinio para hablarles a las multitudes.
“Ese comportamiento no es el esperado por la gente que piensa y tiene juicio por un liderazgo que días antes sacó el 35% de los sufragios”.
Sostiene que mientras Danilo llama a la unidad para avanzar en el desarrollo del país, Abinader llama al combate y dice al gobierno que lo tendrán a él y a su partido de frente. Esa actitud es catalogada por Ramírez Morillo un grave error, señalando que ese no era el mensaje que esperaba el pueblo de un político racional que a su vez empresario y que tiene como misión contribuir a un cambio en la cultura democrática.
Señala que Abinader optó por ser directo frontal, en un momento emocional de la población en que esa estrategia no era la que procedía.
Expresa que los líderes de la oposición se autoengañaron y no pudieron confundir al ciudadano racional.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas