Ramírez, Gómez y Chirino lucen con el bate; Osuna queda fuera de acción

Ramírez, Gómez y Chirino lucen con el bate; Osuna queda fuera de acción

Houston. La jornada de las Grandes Ligas dejó al antesalista dominicano José Ramírez a la cabeza de los peloteros latinoamericanos que botaron la pelota fuera del parque, junto con su compatriota Carlos Gómez y el receptor venezolano Robinson Chirinos.  

Si en la jornada del viernes se notificó que el joven abridor mexicano de los Dodgers de Los Ángeles, Julio Urías, se perderá el resto de la temporada porque se someterá a cirugía del hombro izquierdo, esta vez su compatriota el cerrador de los Azulejos de Toronto, Roberto Osuna, también queda fuera de acción de manera indefinida.

Mientras en la acción ofensiva, Ramírez mandó la pelota a la calle para los Indios de Cleveland, que perdieron 2-4 contra los Mellizos de Minnesota.

Ramírez (12) conectó en el cuarto episodio, sin corredores por delante, cuando había un out en la entrada, en castigo a los lanzamientos del abridor Kyle Gibson.   También Gómez y Chirinos conectaron sendos jonrones en el triunfo de los Vigilantes de Texas por paliza de 8-1 sobre los Yanquis de Nueva York.   Gómez (10) la sacó la pelota fuera del parque en el cuarto episodio con un corredor por delante, contra el trabajo del abridor mexicano Luis Cessa.  

Chirinos (10) castigó en el séptimo episodio al relevo Jonathan Holder, solitario, sin outs en el episodio.   Osuna, dice que no sabe cuándo volverá a lanzar nuevamente, debido a que está enfrentando problemas de ansiedad.

“No sé cómo explicar lo que me pasa, me siento ansioso, como si estuviera un poco perdido”, declaró el diestro mexicano.   Osuna, de 22 años de edad, no subió al montículo el viernes por la noche para tratar de rescatar a los Azulejos, que al final perdieron 4-5 contra los Reales de Kansas City.  

Tampoco lo hizo el sábado, en la derrota también de los Azulejos por 2-3 ante los Reales, de nuevo con solo una carrera de desventaja.   El serpentinero dijo que su malestar “no tiene nada que ver con que yo esté en el campo, me siento muy bien ahí en el montículo, sólo me pasa cuando estoy fuera del béisbol, cuando no estoy en el campo, me siento extraño y un poco perdido».