POR DIONISIO SOLDEVILA
Muchos peloteros disfrutan de utilizar la expresión de “no es cómo se comienza, sino cómo se termina”. Y es que realmente lo importante es conseguir resultados al finalizar las temporadas cuando se pasa balance de lo positivo y lo negativo. Pero no está de más comenzar bien, para mantener el ánimo alto y las esperanzas altas.

Eso no está sucediendo con el jardinero Manny Ramírez, que está teniendo el peor inicio de su carrera en este mes de abril del 2006.

Hasta ayer, Ramírez tenía un pobre promedio de .239 sin cuadrangulares y con solo tres empujadas, representando el desempeño más bajo en un primer mes de campaña para el toletero.

El año pasado Ramírez tuvo un inicio relativamente lento para lo que se había visto del cuarto bate de los Medias Rojas, cuando promedió .274, pero sumó siete vuelacercas y 25 remolques.

Estos dos años son los únicos que representan un average por debajo de .300 en el primer mes de la campaña para el jugador de 33 años de edad.

En el 2004, Manny bateó para .388, cifra que fue de .347 un año antes y de .346 en el 2002.

En el 2001, los números de primer mes de la temporada para Ramírez fueron absolutamente impresionantes.

Ese año pegó nueve cuadrangulares, con 31 empujadas en abril, mientras registraba un promedio de .408 que llevó a muchos a pensar lo que podía cumplir el jardinero en un año completo.

Por el momento hay preocupación con relación a Ramírez porque no se entiende realmente lo que está pasando por la mente de uno de los peloteros más enigmáticos de todo el deporte.

Un bateador de por vida en abril de .320, con 68 jonrones y 246 empujadas, no hay por qué dudar de un despertar en las próximas dos semanas que quedan del mes.

Todavía está a tiempo, solo falta esperar por que el bate comience a sonar.