POR ODALIS MEJIA
El vicealmirante retirado Ramón Emilio Jiménez, ex presidente del Plan Renove, consideró que contra él se han cometido muchas arbitrariedades y abusos ya que, según afirmó, los cargos en su contra no son comprobables, además que no figuraba en ninguna de las auditorías practicadas a ese programa.

Consideró que su nombramiento por parte del ex presidente Hipólito Mejía se debió  a la seriedad,  «y por mi hombría de bien demostrada durante toda mi vida pública», tras apuntar que su presencia garantizaba transparencia  y pulcritud en esas operaciones.

Dijo que defenderá la pulcritud de las operaciones que realizó cuando estuvo al frente de ese plan, en las cuales asegura no se hizo ninguna alteración.

Jiménez está acusado de prevaricación, falsedad de escritura, asociación de malhechores, entre otros cargos dentro del expediente que se ventila en la justicia.

Planteó que ojalá la justicia asuma la responsabilidad que tiene porque en el caso suyo se cometió un abuso, ya que solamente se han presentan las cosas a cargo y no las pruebas de descargo que él ha presentado.

Al participar en el matutino Hoy Mismo que conduce César Medina, Jiménez se defendió de todos los cargos en su contra, entre ellos que no hizo llamado a licitación, lo cual afirmó es completamente falso, tras mostrar una publicación del 7 de diciembre del 2000 donde figura el llamamiento para la compra de vehículos.

Explicó que como presidente del Plan de Seguimiento, solo participó en la primera etapa cuando se hizo la licitación y se llamó a concurso, mediante el cual se presentaron 40 compañías, de las cuales  se seleccionaron 11, entre las que estaba la Hyundai.

Afirmó que hubo un impase porque la compañía Magna Motors alegaba que  y  la Hyundai American de Maimi, representada por GTS dominicana que dirigía el señor Héctor Everts, no  podía vender vehículos marca Hyundai en el país.

«Ante ese impase se decidió, la comisión integrada por mí,  Onésimo González y los transportistas escribir una carta a la embajada de Corea, diciéndole que querían conocer el estauts y si era cierto que podría vender aquí. La respuesta fue que sí que podían venderde cinco toneladas hacia arriba y que la Magna Motors de cinco toneladas hacia abajo», indicó.

Agregó que no obstante esa respuesta, se decidió consultar a la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo esa información, la cual contestó que aunque la Hyundai de Miami podrían vender en el país,  cierto era que estaba la Magna Motors, y que para evitar un problema lo mejor sería que ambas compañías llegaran a un acuerdo.

Señaló que al parecer hubo una compensación de la Hyundai a Magna Motors por cada vehículo que podrían vender.

Con relación a la acusación de haber cambiado y alterado los precios y comprar vehículos más caro en contra de Magna Motors, consideró que es   falso, lo cual puede demostrar.

«Por ejemplo un aéreobus de Magna Motors costaba

US$27,000, pero con aire US$30,290 y nosotros compramos uno que cuesta US$31,969 dólares. Se me acusa de que hay una alteración porque los dos vehículos aparentemente son iguales pero el de Magna Motors es de 120 caballos y el otro es de 155 caballos. El que sabe de vehículos sabe 35 caballos de fuerza de diferencia es una potencia extraordinaria», detalló.

Otra de las ofertas que puso como ejemplo fue que mientras Magna Motors presentaba un vehículo que costaba  US$69, 555;  mientras que el que ofreció la Hyundai  era de US$ 69,901, pero con mayor capacidad de fuerza, lo que establecía una diferencia de US$346 y no de más dos mil dólares como plantean en el expediente.

Otro caso fue la acusación de que dos vehículos  iguales de 270 caballos de fuerza y el mismo tamaño,  pero uno de 97 pasajeros, 21 sentados y 76 de pie, y el otro de 45 pasajeros sentados, costaban exactamente iguales US$69,901, «y dicen que ahí hubo una alternación porque los precios son iguales lo que pasa que uno es de uso urbano y el otro interurbano».

En cuanto a que la participación suya fue determinante para las compras de unidades actuando en perjuicio del interés nacional, Jiménez consideró que es falsa porque las decisiones eran colegiadas tomadas por la comisión que presidía junto a Onésimo González y los sindicalistas.

El ex funcionario destacó que no cree que hubieran variaciones entre lo que se aprobó cuando estuvo al frente del plan, tras apuntar que salió del mismo antes de llegar las unidades que aún no se habían pagado, y cuando no había aprobación congresional.

Con relación a la acusación de prevaricación, dijo que el juez de la primera causa planteó que hacía él en ese expediente porque no había repartido vehículos.

«Se ha cometido un atropello contra mi. Yo he llevado una vida pulcra, en la Marina ingresé joven  y fui sub jefe de Estado Mayor y jefe de la Marina con cuatro presidentes, lo que es muy difícil, y rompí un récord de seis años y medios con cuatro presidentes diferentes, fui canciller de la República por cinco años con dos presidentes de partidos diferentes, yo lo que hecho servir al país con seriedad», señaló.

Negó que influyera entre las negociaciones entre Magna Motors y la Hyundai, ya que eso fue un acuerdo entre ellos.

Sostuvo que en Plan Renove cada uno tuvo una responsabilidad y debe responder individualmente y «debe haber justicia si hay alguien que merezca ser sancionado con todo el peso de la ley, que lo sea ahora  si no los hay los sometidos deben ser liberados de eso».

Jiménez dijo que su sometimiento ha hecho mucho daño física y moralmente tanto a él como a sus allegados, ya que ha sufrido algunos quebrantos de salud, y hasta le retiraron la visa de los Estados Unidos.

«Todo eso me ha perjudicado mucho a mi familia, los amigos,  la gente que cree en mi y entonces con una serie de acusaciones donde todo lo que presentan  no es así. Es bueno que se empiece a sanciona y que se haga lo que tenga que hacerse pero no que se inicie una persecución sin tener razón», expresó.

Sostuvo que todo los que participaron en el Plan Renove deben hacer sus exposiciones,  y que haya jueces justos,  pero que  no «satanice» todo el plan porque fue concebido de una manera extraordinaria para las chatarras del parque vehicular.