Sin cansarse de cantar, Ramón Leonardo ha demostrado que quiere actuar. Que quiere ser útil más allá de la canción, quizás ha descubierto que no faltan canciones, sino hombres con pantalones.

Sobre la base de que Santiago no necesita más pensadores sino gente que piensa –cita a Unamuno- el cantautor, intérprete por excelencia de la canción social dominicana, quiere ser síndico de su ciudad natal, una ciudad por la que «siente».

Dice que ya en Santiago han hablado mucho, «requetehablado», y que lo que falta es un liderazgo.

Ramón Leonardo tiene un plan de trabajo en el que plantea sus objetivos en concordancia con los llamados Objetivos del Milenio, planteados y motorizados por la Organización de Naciones Unidas y del Plan estratégico para el desarrollo de Santiago.

La idea que tiene el hombre de «los celos que matan» y «Francisco Alberto, caramba» es desarrollar una ciudad que sea competitiva, equitativa, ordenada y habitable y que respete el medio ambiente.

Para que esto sea así, él sabe que necesita la colaboración de los munícipes de Santiago y por eso su intención de trabajo enuncia que «juntos podemos hacerlo».

Su comunidad, tiene la última palabra. Suerte!!!