Ramón Lorenzo Perelló

Ramón Lorenzo Perelló

JOSÉ ANTONIO NÚÑEZ FERNÁNDEZ
El hombre cuyo nombre da título a estas manifestaciones, por toda una vida supo ser un comunicador de vanguardia y desde sus años juveniles comenzó a cabalgar en las hertzianas ondas; pero como el bardo Tirteo, él fue un poeta que luchó y un combatiente que cantó. En los albores del 1960 cayó en las garras de los sayones y de los genízaros que tenían látigos infernales del tipo “Knut” y eléctricos artefactos para torturar y para matar. Perelló el locutor, Perelló el poeta de Santiago conoció los horrores y padeció los dolores de las ergástulas.

Cuando ví la fotografía de Ramón Lorenzo Perelló en el libro “Complot Develado”, me pareció ver una réplica de Prometeo, aquel mitológico personaje que en el Cáucaso fue encadenado por los dioses. En la fotografía de Perelló, el rebelde del Yaque con las llamaradas de sus ojos anunciaba que a los diablos que lo torturaban él les daba bofetadas sin tener que alzar las manos y les lanzaba rayos sin tener la necesidad de subir al firmamento.

En homenaje al hombre que motiva estas palabras, evoco que se van a cumplir cuarenta y cuatro años, propiamente el 19 de noviembre, que un día tal, domingo 19 de noviembre del 1961, en la casa de doña Ana (Pacuca) Tejada en la calle Tetuán número 311 de San Juan de Puerto Rico, encendí el radio, busqué emisoras de la República Dominicana y en una radioemisora de Puerto Plata, increíble pero cierto, salió clara y rotunda la voz de Perelló dándole lectura emocionada y vibrante al histórico manifiesto del comandante de la Base Aérea de Santiago de los Caballeros, general Pedro Ramón Rafael Rodríguez Echavarría, exigiendo la salida de la familia Trujillo del suelo quisqueyano. Lo que oí se lo confié al compatriota Rafael Lara Cintrón (Chilito) y por diligencias de él, a la media hora, frente a los micrófonos de la estación radial W I T A del diario El Imparcial, con el sensacionalista Osvaldo Torres Velásquez como entrevistador, me encontraba yo dándoles a conocer a los puertorriqueños y a los dominicanos residentes en esa isla, lo que había oído de Puerto Plata.

Perelló fue el primero que el 19 de noviembre del 1961, día domingo, lanzó a los aires el decisivo manifiesto del general Rodríguez Echavarría.

Ahora Ramón Lorenzo Perelló ¡poeta!, como brillante e inspirado sonetista, aparece como cantor de las glorias presentes y de las glorias ideas, de toda una vía láctea de ilustres santiagueros o santiaguenses, como dicen algunos. En un bello libro el sonetista tributa sus homenajes a quienes en puridad de verdad lo merecen. El poeta comulga vehementemente con la sentencia que reza: “Sic transit gloria mundi”. Y la noche del día 22 de septiembre de este 2005, será el tributo atesorado en las páginas de “El Sonetario de los Santiagueros Ilustres”.

El sonetario de Perelló tiene luz de sol, rayos de estrellas, brillo de oro puro y quilates incontables de bellos diamantes.

En el sonetario de Perelló que es un joyel están engarzados como perlas de Ormuz los nombres de “Las maestras egregias de Santiago”. Maestras capaces de poner a media asta los lienzos de la patria para honrar a los caídos… y capaces de poner a sus alumnas a tejer banderas para los que en las alturas combatían por la libertad de nuestra parda América. En el sonetario de Perelló, con el brillo del mágico metal de Ofir, resplandecen los nombres de los que en verdad son “Maestros insignes de Santiago”.

También las páginas del libro supieron ganarse aquellos “Personajes inolvidables de Santiago”. El muy sapiente Eugenio María de Hostos decía que “Santiago era la provincia más provincia de todas las provincias”. Y en el libro que con emoción loamos no podían ser olvidados los ciudadanos que merecen la calificación de “Personajes notables de Santiago”.

Nadie fue olvidado, las páginas del sonetario tienen “luz y sonido de un cristal de Hungría”. Y ello así, para que por sendas de luminosa gloria transiten “Los profesionales distinguidos de Santiago”. Por igual con altas calificaciones incluidos fueron “Cuatro santiagueros extranjeros”.

Y para el epílogo pienso en la esmeralda más famosa de Colombia, la llamada “Emilia”. El libro acaba con “Los dones de Santiago y las gracias de sus muchachas”. Muchachas con más brillo, más esplendor y más belleza que la esmeralda llamada “Emilia”.

La noche del 22 de septiembre en Santiago, los sonetos van a ser ofrecidos por dos maestros del buen decir que son Ramón Lorenzo Perelló y Osvaldo Cepeda y Cepeda, que con cuartetas y tercetas, o cuartetos y tercetos harán filigranas.

No pude honrarme compartiendo a su lado. Todo por motivo una de salud precaria.

¡Gracias , éxitos y felicidades! 

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