Ramón Marrero Aristy, tras
la verdad de su historia

Ramón Marrero Aristy, tras<BR>la verdad de su historia

EDWIN DISLA
Mucho se ha conjeturado sobre la vida y muerte de Ramón Marrero Aristy, pero pocos se han esforzado por encontrar la verdad. Marrero Aristy fue periodista, escritor, historiador, diplomático y funcionario del gobierno. Su ascenso a nivel social y político se debió al éxito de su novela Over, considerada por muchos la mejor obra narrativa escrita en la dictadura de Trujillo.

¿Cómo un aldeano de apenas veinte y seis años lo logró? ¿De cuáles bases literarias partió? ¿Y por qué fue vilmente asesinado? Éstas, entre otras interrogantes, originaron este estudio, el cual necesariamente parte de las raíces del escritor. Marrero Aristy nace en San Rafael del Yuma, Higüey, en 1913, en una época en que la República Dominicana, dependiente ya de Estados Unidos, estaba sumergida en una etapa precapitalista caracterizada por la inestabilidad política producto de la lucha caudillista.

Esta inestabilidad entorpecía la producción y comercialización del azúcar exportada hacia Norteamérica, una de las razones por la cual Estados Unidos invadió el país en 1916. Luego convirtió la nación en una colonia, cuya principal función era el desarrollo de su industria azucarera. El área vital para la empresa del nuevo imperio era el Este, por encontrarse el mayor número de ingenios azucareros. La respuesta patriótica no se hizo esperar: en varias zonas boscosas de San Pedro de Macorís, El Seybo y La Romana se levantaron en armas hombres decididos como Vicente Evangelista y Ramón Natera, quienes iniciaron una epopeya que sería calumniada con el nombre de gavillera. El padre de Marrero Aristy, Juan Bautista, ganadero, igual que los de su clase, colaboró con los invasores, y según algunos testigos de la época, sirviendo de práctico de uno de los marines, sabiendo que los guerrilleros preferían matar más a los guías traidores que al yanqui, convenció al militar norteamericano de que se intercambiaran la ropa para que su vida “estuviera más garantizada”.

Y tal como previó, los guerrilleros atacaron al que creían traidor y ajusticiaron al marine. Juan Bautista, nervioso, volvió a intercambiar la ropa, la cual lanzaría al río, y reportó al soldado como muerto en una emboscada. Los norteamericanos, perplejos, notaron que el uniforme del caído no tenía agujeros, y después de encontrar la ropa de Juan Bautista, que se había enredado en las ramas de  un árbol a la orilla del río, lo acusaron de la muerte.

Juan Bautista se vio obligado a salir del país. Con él se llevó a su esposa, Nuna, y a Marrero Aristy, que era hijo de otra mujer, Olivia Beltré. Por esta descendencia, Marrero Aristy no era del agrado de Nuna, y tendrían múltiples diferencias. A éstas se añadirían las que tendría Marrero Aristy con su padre, porque el simpatizante del imperio se opondría radicalmente a la vocación literaria del hijo. A Juan Bautista le era imposible ver a ese bendito muchacho, a quien deseaba convertir en agricultor, leyendo y leyendo hasta el amanecer todo lo que aparecía.

Luego de vivir en Colombia, Venezuela y en las Antillas Holandesas, Juan Bautista regresó con su familia en el año 1922, aún con las tropas norteamericanas en el país, y discretamente se instaló en Barahona.

Marrero Aristy tenía ocho años, y debido a las contradicciones, que se tornarían insostenibles, con su padre y esposa, se trasladaría a vivir a La Romana, a la casa de su abuela paterna Mariquita Marrero, de quien adoptaría el apellido. Con esfuerzo (porque Juan Bautista seguía obligándolo a trabajar la ganadería en sus tierras del Este) completó sus estudios primarios y parte de los secundarios. En esos años quedó encandilado con los pasajes de la Biblia, y pensando hacerse pastor evangélico practicó la predicación. Pero la dinámica de la vida, el gusto por el baile, el ron y las mujeres lo hicieron desistir.

 También lo habían hechizado los pasajes de unos que otros libros marxistas traídos del exterior por emigrantes trabajadores de los ingenios. Es decir, que debido al desarrollo económico del Este y, por ende, social y cultural, Marrero Aristy pudo adquirir un nivel de conocimiento elevado y seguro leyó a Víctor Hugo, Doestoyeski, Tolstoy y Chejov, escritores muy comentados por los intelectuales dominicanos. Así, revestido del nacionalismo reinante por la presencia de las tropas invasoras y por los escritos de Marx, se transformó en un tímido defensor de los humildes, principalmente de los campesinos, y en un serio aspirante a escritor.

Los norteamericanos, tras garantizar sus intereses a través del plan Hughes-Peynado y crear una guardia nacional obediente a ellos, salieron del país en 1924 y dejaron instalado como presidente a Horacio Vásquez.

Marrero Aristy, por su lado, descuidando sus deberes en la finca, empezaría a escribir crónicas para el periódico El Diario, de Santiago y el Nuevo Diario, de Santo Domingo. Sus escritos, conteniendo el sello de su pensamiento progresista, retrataban la vida miseriosa y angustiante de los obreros agrícolas.

Juan Bautista, finalmente, lo expulsa de la finca y de la casa de Mariquita, y Marrero Aristy, para sobrevivir, labora en una de las bodegas de comestibles del ingenio azucarero norteamericano de La Romana, administrado por la South Puerto Rico Sugar Company. A diferencia del personal del central, él es un joven consciente de su posición de clase, poseedor de una sensibilidad social parecida a la de los líderes revolucionarios. Esta sensibilidad lo hace más que indignarse al palpar y tener que participar del crudísimo sistema de explotación del ingenio, comparado con un centro de concentración nazi. Como narrador, es lógico que ideara plasmar su experiencia en una novela y mientras madurara el proyecto, les robara unas horas al trabajo para escribir cuentos. Al leerlos hoy, el lector se sorprende de lo que éramos como pueblo: una aldea ahogada en la pobreza.

En síntesis

Un gran personaje poco conocido

Este texto ofrece informaciones valiosas sobre don Ramón Marrero Aristy, un destacado autor de cuentos y de la más famosa novela dominicana, Over; autor de un compendio de historia dominicana y figura de alto relieve político, víctima de la tiranía a la que sirvió.

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