Ramón Martínez Aponte

Ramón Martínez Aponte

ALEJANDRO HERRERA CATALINO
Astronomía 101. Así fue titulada la conferencia, y quizás despedida intelectual y material de Ramón Martínez Aponte en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo el pasado año, como una muestra de lo que durante toda su vida más cultivó, que fue la búsqueda permanente del conocimiento y la socialización del mismo. Dicha conferencia fue magistralmente presentada junto a su esposa Carolyn a un selecto grupo de amigos, familiares y relacionados para compartir cuanto había aprendido sobre astronomía en el curso que realizaba en la Universidad de Ohio, Estados Unidos donde se encontraba realizando tratamientos médicos.

Para muchos, sobre todo para su generación, no fue nada sorprendente que Ramón diera otra muestra de dominio en todo a lo que dedicara, sea del campo de la economía, la sociología, la física, las matemáticas y en ese momento la astronomía. Pero, para mí, en este ultimo aspecto, sí lo fue, sin embargo, siendo uno de los pocos economistas que podía explicar cosas complejas de manera sencilla, despejó mi duda inicial de porqué se había dedicado a estudiar, prácticamente en el ocaso de su vida, astronomía.

Por eso no fue necesario hacerle la pregunta: por sí mismo expresó que estudiaba astronomía porque ésta nos enseña a mirar lejos. Lo cual muchos interpretamos que para su caso sería, para mirar más lejos. Sí, porque a pesar de sus orígenes humildes y el color de su piel, en una sociedad discriminatoria como le tocó vivir, pudo recibir una educación privilegiada, pudo desempeñar posiciones académicas de primer orden en universidades nacionales y extranjeras, pudo desempeñar posiciones privilegiadas en el gobierno como secretario Técnico de la presidencia y en el sector privado pudo alcanzar la posición de vice presidente de una de las empresas de telecomunicaciones más grandes del mundo.

En definitiva el legado de Ramón Martínez Aponte a la sociedad y futuras generaciones de profesionales de su estirpe es haber mirado lejos toda su vida. Personalmente nunca olvidaré el entusiasmo con que describía en su conferencia las imágenes de los planetas y la fascinación por Plutón, el planeta más lejano de esta galaxia en que nos ha tocado vivir.

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