Su testimonio refleja que la búsqueda de un donante de riñón pasa por un tortuoso camino que va desde una muy estricta alimentación hasta 18 largas horas de diálisis.
Él es Ramón Soto, un paciente trasplantado de ese órgano hace un año y cuatro meses. Con 71 años de edad relata a los medios del grupo Corripio cómo le cambió la vida el haber recibido el riñón de una persona que sufrió muerte encefálica, pero de quien dice está profundamente agradecido, pese a no haberlo conocido.
“Es una emoción que no la puedes describir. Tú estabas muerto, pero te vuelves a la vida cuando recibes un órgano”, narra Soto muy emocionado.
Video: Ramón Soto: el testimonio de un paciente que “estaba muerto, pero luego volvió a la vida”:
Describe que el pasar de un proceso de diálisis a recibir un riñón no es un recorrido fácil. El mismo implica a veces que no seas compatible con el órgano. “Yo sufrí dos intentos fallidos”, expone.
“Pero cuando finalmente lo logro y salgo de la diálisis, siento que he regresado a la vida. He resucitado”, reitera.
Concluye en que ahora se cuida y no hace desarreglos, haciendo felizmente un llamado a la prensa, a la que llamó cuarto poder, para que le ayude a salvar otras vidas.