CARACAS (EFE).- El gobierno venezolano indicó ayer que Washington está interesado en ayudar a los grupos «subversivos, terroristas y golpistas» que actúan en Venezuela para desestabilizar el país y derrocar al presidente Hugo Chávez.

«Al gobierno del presidente (estadounidense George W.) Bush le interesa mantener la ayuda a grupos subversivos, terroristas y golpistas en Venezuela, por eso no eliminó las ayudas luego de la descertificación en el área de la lucha contra las drogas», dijo a los periodistas el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel.

En su último informe anual, el gobierno estadounidense «desaprobó» la tarea desarrollada por Venezuela en la lucha contra las drogas pero, contrariamente a lo habitual, decidió no suspender las ayudas a este país

El funcionario venezolano aseguró que esa política de apoyar la subversión explica por qué «hay una descertificación formal de Venezuela pero sin sanciones», algo que rompe los patrones de conducta habituales de EEUU y que refleja la «hipocresía» con la que actúa su gobierno en el caso de Venezuela.

«EEUU está interesado en mantener la conspiración en Venezuela y en mantener a grupos desestabilizadoras, por eso ayuda a organizaciones con Súmate, comprometida con el golpismo y el terrorismo en Venezuela y no impone sanciones», argumentó Rangel.

Súmate es considerada por el gobierno un grupo de oposición radical y cuatro de sus directivos están a la espera de juicio luego de que la Fiscalía les acusara de «conspiración» por recibir ayuda financiera de EEUU.

Entre los procesados de Súmate está María Machado, sobre quien pesa otra acusación por «rebelión civil» por presuntamente apoyar con su firma el decreto que abolió las instituciones democráticas de Venezuela durante el golpe de Estado de 2002 que sacó a Chávez de la presidencia durante 48 horas.

Machado fue recibida el pasado mes de mayo por el presidente de EEUU, George W. Bush, en la Casa Blanca, en Washington.

Rangel anunció que el gobierno venezolano «va a estudiar seriamente el problema de la ayuda financiera extranjera a grupos políticos en el país».

«La legislación castiga a quienes reciben esas ayudas en tiempos de guerra, pero ahora no estamos en guerra, por eso debemos buscar una respuesta legal a la ayuda inmoral que una gran potencia otorga a grupos comprometidos con la subversión y la desestabilización», expresó el vicepresidente venezolano. Rangel señaló que a Venezuela no le preocupa la desaprobación de EEUU porque ese país «está descalificado moral, política y jurídicamente para opinar sobre la lucha contra el narcotráfico en el mundo».

«No tenemos que rendir cuentas ante quienes son los mayores consumidores y traficantes de drogas del mundo y antes quienes más financian el mundo de la droga», añadió el vicepresidente. Rangel recordó que la «hipocresía» de la desaprobación se revela cuando se comprueba que en 2004 Venezuela decomisó 43 toneladas de droga y que hasta septiembre de 2005 ha decomisado 57 toneladas.

El funcionario señaló que la desaprobación le tiene sin cuidado a Venezuela porque otros países como Gran Bretaña, Holanda, Francia y España «están plenamente satisfechos con su comportamiento en la lucha contra el narcotráfico».