CARACAS (AFP).- El gobierno del presidente estadounidense George W. Bush «carece de autoridad moral» tras los casos de torturas en Afganistan, Irak y Guantánamo para calificar la conducta en materia de derechos humanos de Venezuela, dijo el vicepresidente José Vicente Rangel en un comunicado.

«Carece el gobierno norteamericano de autoridad moral para calificar conducta relativa a los derechos humanos en el mundo y menos aún en Venezuela», señala el comunicado.

«No hay punto de comparación entre el respeto que merece en nuestro país esta causa actual y el desprecio que caracteriza la conducta del presidente Bush», agrega el texto.

Rangel señala que «si algún gobierno está universalmente cuestionado hoy día en el mundo, este no es otro que el gobierno de Bush», que ha sido «acusado de genocidio, de masacre, de bombardeos a ciudades, de desconocimiento de las normas del derecho internacional, de desprecio total hacia las Naciones Unidas y de horrendas torturas en Afganistan, Irak y Guantanamo».

«Para el Estado norteamericano hoy no existe límite de ningún género en materia de violación de los derechos humanos y por tanto mal puede erigirse en juez de la humanidad quien está cargado de responsabilidades», señala el vicepresidente venezolano.

Rangel replicó así un informe del Departamento de Estado estadounidense que acusó el lunes a los gobiernos de Venezuela, Colombia, Cuba, Haití y República Dominicana de tener un «pobre» desempeño en derechos humanos en 2003.

El informe también denunció el pobre desempeño en derechos humanos de varios gobiernos estatales brasileños, así como abusos en Argentina, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Perú, Jamaica y Belice, aunque no culpó directamente de los mismos a sus gobiernos.

En Venezuela, «la violencia política e intimidación contra partidos políticos opositores, los medios, grupos laborales, las cortes, la Iglesia católica y grupos de derechos humanos fueron comunes y muchas veces protagonizados por simpatizantes del gobierno, inspirados por la retórica del presidente (Hugo) Chávez y otros funcionarios del gobierno», indicó el reporte.

El comunicado asegura que el informe «no tiene validez. No solo por el grosero falseamiento de nuestra realidad sino porque quien lo emite está moralmente descalificado».

«En Venezuela no hay violación de derechos humanos porque no existe un gobierno represor. Existe, por el contrario, el más absoluto respeto por la dignidad humana, como nunca antes había existido», asegura Rangel.

«Lamentablemente las fuentes que inspiraron el informe del departamento de Estado evidencian una estrecha relación con los opositores venezolanos, lo cual confirma una vez más la conexión que existe entre este sector político y las autoridades norteamericanas», agrega.