Rangel pide a EU respete Venezuela

Rangel pide a EU respete Venezuela

CARACAS (EFE).- El vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, pidió ayer a Estados Unidos que respete la independencia y las decisiones del poder judicial venezolano. Las declaraciones de Rangel fueron recogidas por la estatal Agencia Bolivariana de Noticias (ABN), tras un acto en el Museo Aeronáutico de Maracay, 110 kilómetros al oeste de Caracas.

La posición de Rangel responde a las opiniones emitidas ayer, viernes, por el portavoz del Departamento de Estado, Tom Casey, en torno al próximo enjuiciamiento de cuatro directivos de la organización opositora Súmate.

Esta intervención de Rangel sigue a la efectuada por el Defensor del Pueblo, Germán Mundarain, quien calificó de «intromisión descarada» los comentarios del representante estadounidense.

Casey dijo que su gobierno estaba «muy decepcionado» por la decisión de enjuiciara los dirigentes de Súmate, tomada por el tribunal de Control 41 de Caracas el pasado jueves.

Mundarain señaló que «en Venezuela no es costumbre juzgar las decisiones judiciales que se producen en Colombia, Argentina o Estados Unidos. Eso, yo creo, es una característica de los imperios».

El tribunal caraqueño decidió que dos los cuatro dirigentes de Súmate, Alejandro Plaz y María Machado, sean juzgados «en libertad» por «conspiración» contra el gobierno venezolano y los otros dos, Luis Palacios y Ricardo Estévez, por «complicidad no necesaria en el delito de conspiración».

La Fiscalía de Venezuela les acusa de utilizar los recursos que recibieron del Fondo Internacional para la Democracia de EEUU (National Endowment for Democracy, NED) para desestabilizar al gobierno.

Los directivos de Súmate han sostenido, por su parte, que los «31.000 dólares» (66,65 millones de bolívares) que recibieron de la NED fueron utilizados para «promover la democracia en Venezuela».

Además de la causa por «conspiración», Machado afronta otra acusación por rebelión civil, por ser una de las presuntas firmantes del decreto que abolió las instituciones democráticas durante el golpe de Estado de abril de 2002 que derrocó al presidente Hugo Chávez por 48 horas.

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