SANTIAGO DE CHILE, EFE. El cantante español Raphael despejó la noche del miércoles las dudas acerca de los efectos del trasplante de hígado que recibió y cautivó a varios miles de admiradoras, la mayoría de “cuatro y cinco décadas”, en la primera de sus cuatro presentaciones en Chile.

Pese al gélido frío que azotó la noche santiaguina, el Estadio “Víctor Jara” estuvo colmado de mujeres que cantaron, bailaron y gritaron de forma destemplada cada canción que interpretó Raphael, con su acostumbrada ampulosidad.

Tras aparecer en el escenario totalmente vestido de negro, como es su costumbre, el recinto pareció derrumbarse con el griterío ensordecedor que recibió al cantante, que debió esperar varios minutos para poder comenzar su actuación. “`Idolo, ídolo, ídolo!”, repetían sus admiradoras que de los gritos pasaron a la histeria colectiva, cuando Raphael inició su actuación con el tema “La Noche” que popularizara el ítalo belga Salvatore Adamo. A partir de allí, y con un sonido impecable, el español dio rienda suelta a toda su batería de canciones y permaneció más de dos horas en el escenario, con lo que demostró de que ni la peligrosa enfermedad hepática que lo tuvo al borde de la muerte disminuyó su capacidad interpretativa. “Yo sigo siendo aquel”, “Toco Madera”, “No puedo arrancarte de mí” y “Maravilloso corazón” fueron algunos de los temas que las chilenas cantaron y bailaron de principio a fin.

La parte más emocionante del espectáculo llegó cuando Raphael cantó a capella el tema “En carne viva”, al extremo de dejar el micrófono de lado e inundar el local con su vozarrón, mientras por primera vez el público permanecía en silencio, extasiado.